¿Qué pasó con la urna de plástico del Vía Crucis del Santo Entierro?
La Hermandad preparó un mecanismo para evitar que se mojara la imagen del Señor en caso de lluvia, pero nunca llegó a ver la luz
Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla: Velocidad olímpica para esquivar la lluvia

A contrarreloj y bajo alerta amarilla. Así fue el traslado –tanto de ida como de vuelta– del Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro para presidir el Vía Crucis de las Hermandades del pasado lunes, 10 de marzo. En menos de una hora, la Hermandad llegó a la Catedral. El cortejo, ejemplar, solo se detuvo una vez en su caminar desde San Gregorio, desafiando a las precipitaciones que, contra todo pronóstico, pudieron evitar.
Algo parecido pasó en el recorrido de regreso, donde en menos de treinta minutos llegó el Señor a su sede. Tras pasar el dintel, comenzó a llover con intensidad.
¿Existió la urna de plástico?
Para la esperada situación frente a las lluvias, la Hermandad preparó un sistema de protección impermeable que cubriera a la imagen. Se habló de una ‘urna de plástico’. Sin embargo, jamás se vio tan sonada creación.
Tal y como ha contado Fermín Vázquez, Hermano Mayor de la corporación, a este periódico, jamás existió dicha urna. El mecanismo preparado en caso de lluvia consistía en cuatro estructuras que se elevarían desde los hachones de las andas del Señor. Sobre ellos iría enganchado un plástico impermeable que, con las medidas exactas de la imagen tallada por Juan de Mesa –y recientemente restaurada–, evitarían que el agua cayese, en mayor medida, sobre ella. Algo parecido a la estructura de un palio. El artilugio fue creado por un hermano de la corporación y, por suerte, no tuvo que ser utilizado.
También te puede interesar
Lo último