“El Papa estará reflexionando la invitación para visitar Sevilla”

Monseñor Edgar Peña Parra lleva unos días en Sevilla embriagándose de su piedad popular y conociendo sus hermandades. El enviado especial del Papa Francisco para inaugurar el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, pronunció el miércoles el discurso de apertura, entregó el martes en una emotiva ceremonia la Rosa de Oro a la Macarena, ha acudido a la venta de dulces de conventos en el Real Alcázar y ha visitado la basílica del Gran Poder y la capilla de los Marineros. Precisamente, tras postrarse ante la Esperanza de Triana, el alto miembro de la curia romana atendió a Diario de Sevilla para hablar de la piedad popular, las vocaciones, la influencia de las hermandades en la sociedad o la invitación de Pedro Sánchez para que Francisco visite Sevilla en junio de 2025.

“La piedad popular es una expresión del dialecto materno. Lo que aprendemos de las madres, los abuelos, los tíos. El Santo Padre en su genialidad lo ha definido así porque es algo único y propio de las madres que tienen esa capacidad de transmisión”, aseguró monseñor Peña en referencia a la expresión acuñada por el Papa que hace referencia a la facilidad con la que la fe se puede transmitir. En Sevilla, esta facilidad viene dada por la pertenencia a las hermandades y cómo los niños se van introduciendo en la Iglesia, en el amor a Jesús y María, de la manera más natural. La piedad popular, abundó Peña, está muy presentes en el pontificado de Francisco: “Él le da mucha importancia desde que era arzobispo de Buenos Aires. En Aparecida, por ejemplo, siendo un encuentro Latinoamericano se pudo ver. Allí donde hay una forma de piedad popular, una advocación de la Virgen, un santo... la llama de la fe del pueblo se mantiene viva”. 

Una de las cuestiones que más preocupa a la Iglesia actualmente es la de la falta de vocaciones. De hecho, el Papa ha planteado la fusión de seminarios por la falta de estudiantes. El caso de Sevilla es distinto. El Seminario Metropolitano goza de buena salud y, parte de culpa, es por la vocaciones que nacen en el seno de las hermandades. “Me alegra mucho. Ahí vemos cómo las hermandades tienen una vida profunda en la fe. Así es como nacen las vocaciones, con una vivencia fuerte en la fe. No sólo para las vocaciones sacerdotales, también para las religiosas, para hacer buenos padres de familia, buenos cristianos, para crear familias ejemplares que preserven el amor, la unión, el buen ejemplo...”.

Algo que ha salido en varias ocasiones en el desarrollo del Congreso es la capacidad de vertebración de las hermandades y cómo están imbuidas en la vida diaria, sobre todo en Sevilla y Andalucía. Monseñor Peña consideró que esta capacidad de influir en la sociedad es un valor a tener muy en cuenta: “Muchas veces coincide que los responsables de las hermandades también tienen cargos públicos. Es una simbiosis muy importante. Son líderes también para el pueblo. Aquí en Sevilla se nota mucho. El presidente de la Junta de Andalucía me comentó que es cofrade de una hermandad y lo dicen con serenidad y naturalidad. Es ejemplar porque son hombres y mujeres que están dentro de una estructura, peroro viven su fe profundamente, de manera natural y normal. Sin complicaciones. He observado cómo bajo el paraguas de una hermandad se puede vivir la vida diaria con tranquilidad”.

En su reciente audiencia con el Papa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, invitó formalmente a Francisco a visitar Sevilla en junio de 2025 por la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo organizada por la ONU. Monseñor Peña, que es el encargado de organizar los viajes del Santo Padre, aseguró que el Papa lo estará valorando: “Las visitas del Papa tienen todo un proceso que también es espiritual. Se va trabajando en ello. El Papa es quien decide. En 2025 tenemos el Año Jubilar con muchas actividades durante todo el año. Pero la invitación del presidente Sánchez la estará reflexionando...”.