Pablo Sánchez, pregonero de la Semana Santa de Triana 2025: ''Ser trianero es un regalo de Dios''

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Pablo Sánchez, pregonero de la Semana Santa de Triana 2025
Pablo Sánchez, pregonero de la Semana Santa de Triana 2025 / José Ángel García

Sevilla/El pregonero más joven de la historia de Triana. En seis días, Pablo Sánchez, periodista colaborador de Diario de Sevilla, será el encargado de contarle al barrio y a Sevilla qué es ser trianero. Asegura que lo que más le ha costado es escribirle a su Virgen de la Estrella, pero que la parte más emocionante será la del Cachorro. Con tan solo 26 años, el trianero se enfrentará al atril de Santa Ana el próximo jueves, 3 de abril, semana de pregón en Sevilla. En un año donde la Esperanza de Triana emprenderá rumbo en misión a las Tres Mil Viviendas, y el Señor de la Expiración irá a Roma, el pregonero cuenta en esta entrevista todo lo que ha vivido desde que recibe la llamada que le designa, hasta que se termina de escribir la última página.

Pregunta.¿Qué estabas haciendo el día que te llamaron para nombrarte pregonero?

Respuesta.Pues estaba trabajando. Aunque la historia empezó en la extraordinaria de la Virgen de la Estrella. Cuando estaba la Virgen delante de la capilla vino a hablar conmigo Manolo Lobos, Hermano Mayor de San Gonzalo. Fue ahí cuando me dijo que me iba a proponer a mí para dar el pregón de Triana en 2025. En ese momento no supe qué decir. A los días me llamaron para darme la noticia de que era pregonero de Triana. En aquel momento no supe qué hacer. Recuerdo que llamé a mi madre, a mi novia, a mis amigos más cercanos…sentí nervios, alegría y mucha responsabilidad en ese momento. Al final es pregonarle a mi barrio, del que soy un enamorado. Es de lo más bonito que haré en mi vida. Está siendo un proceso muy bonito. De muchísimas emociones. De mucha guasa también por parte de la gente. Al final lo que más coraje me da del mundo es que, sobre todo mis amigos y la gente que me conoce de toda la vida, cada vez que me ven dicen algo en referencia al pregonero. Mira usted, yo no soy el pregonero. Yo sigo siendo Pablo Sánchez, el vecino del Barrio León.

P.Es tu segundo pregón, ya diste el año pasado el de San Gonzalo. Y todo esto con tan solo 26 años…

R. Ya no es solo que sea mi segundo pregón, es que soy el pregonero más joven en la historia de Triana. Es una presión muy grande, porque por ese atril han pasado muchísimos y muy buenos trianeros. Moisés Ruz, Víctor García Rayo, Manuel Vizcaya, César Cadaval, Cristóbal Cervantes el año pasado…, es una presión importante. Yo voy ahí a hablar de mi Semana Santa, de cómo la entendemos en Triana. Muchos me decían que quizás era muy pronto para enfrentarme a esto, que aún me quedan muchas experiencias por vivir, por contar. Pero ya las contaré en otro sitio. Yo estoy muy agradecido de que las Hermandades de Triana hayan apostado por mí, por un pregonero tan joven. No es lo habitual y creo que es necesario aires jóvenes en las cofradías.

Ser trianero es un regalo de Dios

P.Triana y aparte, ¿verdad? ¿Qué es ser trianero?

R.Ser trianero es un regalo de Dios. Ser de Triana es tener una forma de entender la vida distinta al resto. Nosotros no somos ni mejores ni peores que nadie, nosotros somos distintos. Es una idiosincrasia, es una forma de vivir, es un pueblo que no es un pueblo, que es un barrio, y está formado por pueblos más chiquititos que son los barrios dentro del barrio. Ser trianero es una forma de vida.

P.En qué piensas cuando hablas de la Virgen de la Estrella

R. Si me mencionas la Virgen de la Estrella, a mí se me abren las carnes. Yo soy ‘morado’ de toda mi vida, yo soy del Señor de las Penas. Pero la Virgen de la Estrella tiene algo. Es muy complicado hablar de la Virgen de la Estrella. Tiene la bendita particularidad de que se ha hablado mucho de Ella, y todo el mundo ha sabido decirle algo bonito. Para mí, y espero que nadie se enfade, siendo hermano de tres Hermandades de Sevilla, la Virgen de la Estrella es la dolorosa de la ciudad. Como talla es algo único. Solo sé emocionarme si hablo de Ella, porque en mi casa es una más.

Quien busca rivalidad entre Macarena y Triana no ha entendido nada.

P.Veremos a un macareno hablándole a la Esperanza de calle Pureza…

R.A mi no me cuesta hablar de la Esperanza. Tengo muchos amigos de la Esperanza de Triana, muchísimos. Además, es una Hermandad que conmigo se ha portado muy bien. Me han abierto las puertas en todo momento. Además, fue la primera Hermandad que mi padre me llevó a ver en la ‘madrugá’, por lo que lo sentimental prima ahí. Yo no me considero anti nada en la vida y, muchísimo menos, podría considerarme anti de alguna Hermandad. No estoy conforme con cosas de algunas Hermandades, mías o ajenas, pero nada más. Pero no, no me ha costado hablar de la Esperanza ni del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, todo lo contrario. Quien busca rivalidad entre ambas Hermandades no ha entendido nada.

P.Pregonas a Triana el año que Triana va a Roma. Separa muy poco a la calle Castilla de llegar al Vaticano…

R.Que el Cachorro vaya a Roma es algo histórico. Triana vive un año histórico por muchas cosas. La Esperanza también irá a las 3.000 viviendas. La hermandad de la Estrella, el año pasado celebraba el 25 aniversario de su coronación. El Soberano cumple 50 años. Sin embargo, en el día a día del trianero estas cosas no son relevantes. Que el Cachorro vaya a Roma es un hecho histórico no solo para la Hermandad, ni para Triana, sino para el mundo. Igual pasa con la misión de la Esperanza. Pero, para los trianeros, van a seguir siendo el Señor de su Basílica y la Virgen de su capilla. ¿Menciono esto en el pregón? Por supuesto, pero no es el eje central sobre el que gira la parte del Señor.

P.¿Cuesta mucho enfrentarse al folio en blanco?

R. Depende, al final la inspiración viene cuando Dios quiere, y yo recuerdo que la primera noche no paré de darle vueltas a la cabeza. Mi madre se reía. Yo quería tenerlo terminado cuanto antes. El folio en blanco da miedo cuando verdaderamente no sabes qué escribir. Yo fui creando un pregón con retalitos, de las cosas que iba viendo en el barrio que quería contar. Y, al final, creo que de retales he hecho una pieza muy bonita.

P.¿Qué es lo que más te ha costado escribir?

R.A la Virgen de la Estrella. Yo me propuse tener el pregón terminado un mes antes. Y cuando quedaba un mes y medio, me faltaba nada más que la Virgen de la Estrella. Y cuando quedaba un mes y una semana, quedaba la Virgen de la Estrella. Y una noche, un viernes muy cuaresmal, estuve con mis amigos, costaleros del Señor de las Penas, tras uno de sus ensayos. Recuerdo que les dije que no sabía qué decirle a mi Virgen. Empezaron a darme ideas, y me di cuenta que eran vivencias y anécdotas que yo ya había vivido, que conocía. No entiendo como no se me había ocurrido antes. Ahí me di cuenta que la Virgen había sido mi compañera durante todo el proceso del pregón, desde el inicio hasta el final. Si Dios quiere, las pastas dormirán bajo su manto el miércoles por la noche.

Mi padre me enseñó a vivir la Fé. Todo esto va dedicado a él

P.¿En qué o quién piensas cuando escribes el pregón?

R.En mi padre. Lo perdí cuando tenía diez años. Marcó mi vida. Mi padre no solo me enseñó a vivir la Fé, sino que me enseñó a vivir la Semana Santa. Todo esto va dedicado a él. También me acuerdo mucho de mi abuela, que le hubiera gustado mucho estar aquí, hace ya trece años que nos dejó. Me acuerdo de mi tía Macarena, que también nos dejó hace cuatro años. Me acuerdo mucho de todos ellos. Los que están aquí sé que lo van a vivir con la misma emoción que yo, porque han vivido mi proceso. A ellos les tengo presentes en todo momento. Pero esto va para quienes me verán desde arriba.

P.¿Los nervios juegan malas pasadas?

R. Hoy ha sido la primera vez que yo he dicho ‘‘el pregón es el jueves que viene’’. Estoy nervioso, y más que por mí, que también, por la gente. Porque considero que el año pasado di un buen pregón en San Gonzalo. Las expectativas están altas y la gente tiene ganas. Además, yo no soy ni mejor ni peor que nadie. Yo tengo mi estilo, tengo mi forma de entender la vida, tengo mi forma de escribir. Y creo que los nervios son buenos compañeros en este caso. Estoy muy nervioso, muy nervioso, no te voy a engañar. Pero bueno, esas son las cosas que tiene que vivir un pregonero. El jueves, cuando todo esto pase, me lo vuelves a preguntar.

P.Qué quieres transmitir con el pregón

R.Esta pregunta es complicada. Solo espero que haya, al menos, una persona a la que le guste. Espero transmitir mi Fé. Al final yo voy a hablar de Dios. El otro día la Hermandad de la O me recibió en el besapié del Señor. Y su hermano mayor, Javier Fernández, decía que sabe que yo en el pregón voy a hablar de Dios. Al final en eso se basa esto, ¿no? Las imágenes, los pasos, las bandas, las flores... Al final el epicentro de todo lo que estamos viendo y viviendo es Dios. Yo lo que espero transmitir es mi Fé. Y si hay una persona a la que le llegue, yo me daré por satisfecho.

La puerta grande de la enfermería la abrirá el Cachorro

P.¿Qué va a sorprender del pregón?

R.Que no termino con ‘‘He dicho’’. Hablando con mi querido Víctor García Rayo, que es uno de los que ha estado conmigo en el proceso creativo del pregón, me dijo que los pregones en Triana no pueden terminar así. Te podría desvelar muchas cosas, pero, personalmente, te diré que la parte de prosa más bonita es la de la Virgen de la Salud, y que la parte de verso más bonita es la del Señor de las Penas. Y la puerta grande o la enfermería la abre el Cachorro.

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