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Los otros soñados viajes de imágenes sevillanas a Roma

Reportaje

José María Javierre expuso en su pregón la idea de llevar a la Amargura a la Ciudad Eterna

También hubo rumores para trasladar a la Estrella al Vaticano

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La Amargura, que en el sueño de Javierre procesionó por Roma / Pablo Lastrucci

Con el anuncio oficial de la invitación de Su Santidad, el papa Francisco I, para que el Cachorro participe en una magna procesión en Roma se rompen todos los esquemas. Nunca antes en la historia de las cofradías de Sevilla se alcanzó tal dimensión. Todo se ha puesto en marcha en la calle Castilla para que dicha invitación se traduzca en una estampa a todas luces irrepetible y que no conocerán, en mucho tiempo, generaciones venideras. Si ya de por sí resultó impensable ver procesionar a la Virgen de Regla por la Gran Vía madrileña, la propuesta vaticana se convierte en todo un hito.

Sin embargo, al contrario de lo que pudiera pensarse, no es la primera vez que un titular de una cofradía sevillana se relaciona con la Ciudad Eterna y una visita a la Plaza de San Pedro ante el Santo Padre. En estas últimas tres décadas, y ya con las herramientas suficientes para garantizar un traslado de estas magnitudes, se han referenciado posibles viajes a Roma de, concretamente, dos imágenes marianas. Son los casos de la Amargura y de la Estrella.

El periodista José María Javierre / Vida Nueva

El 28 de marzo de 1993, Domingo de Pasión, se celebrara por primera vez en el Teatro de la Maestranza el Pregón de la Semana Santa de Sevilla. El encargado de anunciar, a través de la voz y la palabra, la fiesta mayor de la ciudad fue el recordado sacerdote José María Javierre, cofundador de la cofradía de la Sed y director en tiempo de El Correo de Andalucía. Durante su alocución propuso trasladar ni más ni menos que a la Virgen de la Amargura a la ciudad de Roma en el momento en que Santa Ángela de la Cruz fuera canonizada. La santa sevillana era beata desde 1982, y Javierre estipuló conveniente la idea de que en tal magno acontecimiento estuviera presente la dolorosa de San Juan de la Palma. Dicha propuesta jamás llegó a materializarse, pero sí fue trasladada la Amargura al convento de las Hermanas en el año 2003, fecha de la canonización.

Curiosamente, la otra dolorosa que estuvo cerca de marchar a ciudad de las siete colinas también es del Domingo de Ramos. Allá por el año 2005 circularon sólidos rumores de un traslado de la Virgen de la Estrella a Roma. Por aquel entonces se celebrara en la ciudad italiana una exposición titulada Sevilla, aguja y oro. Arte y esplendor del bordado, comisariada por Antonio Garduño y en la que se exponían todas las disciplinas del arte sacro, sus técnicas y sus logradas piezas, que han convertido a la capital hispalense en referencia del gremio. Numerosas hermandades participaron en aquella muestra, en concreto la Estrella, que cedió naturalmente el paso de palio de Garduño. Conforme avanzaba la organización de la exposición surgió la idea de trasladar a la dolorosa trianera a Roma, pero no para participar en la muestra, sino con el objeto de presidir los actos conmemorativos del Dogma de la Inmaculada del mes de diciembre.

La Virgen del Mayor Dolor, de Granada, en Roma

Todas las autoridades eclesiásticas acogieron con agrado la propuesta, y la junta de gobierno comenzó a trabajar en la propuesta: traslado a primeros de mes, besamanos en la Iglesia de Montserrat de los Españoles, procesión el 8 de diciembre hacia la Piazza di Spagna, regreso por el Foro Trajano y la Piazza Venecia... Incluso se contactó con la hermandad de Los Escolapios, de Granada, que en el año 2000 sí llevó a su dolorosa a Roma, la única imagen que ha procesionado por la capital italiana. Así lo recoge y atestigua un antiguo boletín publicado por la propia hermandad.

Todo quedó en un sueño, pero asentó la raíz que, Dios lo quiera, fructificará el próximo mes de mayo de 2025 cuando el Cristo de la Expiración, que nunca ha visto ni Sevilla ni Triana, y junto a la Esperanza malagueña, sí alcance con sus ojos sin aire los milenios de toda una civilización.

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