Los otros aniversarios musicales cofradieros de este 2024

En plena vorágine de envoltorios, heraldos varios y cabalgatas, el tiempo no engaña y las cuentas son claras: falta poco más de un mes para la llegada de la Cuaresma y los diferentes agentes del universo cofradiero ajustan sus cálculos: papeletas de sitio, túnicas a medio confeccionar, horarios de priostía para cultos y para Semana Santa... Y, por supuesto, nuestras bandas, que en cuestión de días darán el pistoletazo de salida a su calendario de ensayos.

Las direcciones musicales, más allá de trazar las fechas de los conciertos o el montaje de nuevos estrenos, también se afanan en la incorporación de nuevas marchas o en la divulgación de diversas efemérides relacionadas con la marcha procesional, especialmente las bandas de música. En este 2024 se cumplen numerosos aniversarios tanto de composiciones como de nacimiento o fallecimiento de autores esenciales para comprender el género y su evolución. Por ejemplo, la Banda Municipal de Coria ya ha anunciado la incorporación a su repertorio de la Marcha Fúnebre a Nuestro Padre Jesús de la Pasión, que cumple 125 años (1899). Pero por si fuera poco, de la muerte de su autor, el memorable Joaquín Turina, se conmemoran los 75 años, ya que el compositor de Margot falleció un 14 de enero de 1949 en Madrid.

Por apuntar algunos datos, en 1849, hace 175 años, falleció Frédéric François Chopin, cuya Marcha Fúnebre -instrumentada por Emilio Cebrián- sigue sonando tras los pasos de palio de nuestra Semana Santa, especialmente en los de corte más serio. También en 1849 nació el ilerdense Ramón Roig, que nos legó algunas composiciones como Una lágrima o Descansa en paz.

También se cumplen en este 2024 los 125 años del nacimiento del hervense Manuel Borrego, un autor indispensable para conocer las cotas más altas y exquisitas de la marcha procesional, aunque su figura sigue sin estar justamente valorada. A él le debemos títulos como Cristo de Vera Cruz, El Varal de los Dolores o El lirio tronchado. También en 1899 se compuso A la memoria de mi padre, de Font de Anta.

A los cien años de Pasan los campanilleros (se interpretará en Semana Santa la versión original tras el palio de Las Siete Palabras y el misterio a la salida) se le suma el nacimiento de Enrique Báez, autor de Virgen de las Angustias -lo que debiera ser uno de los emblemas musicales de la Córdoba cofradiera-, o el siglo de vida de marchas como Santa Teresa de Jesús, de Beigbeder, o de Resignación-Victoria Dolorosa, de José Font de Anta.

En 1949, hace tres cuartos de siglo, el propio Beigbeder compuso Amargura, Gámez Laserna su Saeta cordobesa -a buen seguro sonará especialmente este año en la Semana Santa- o Braña su Virgen de las Tristezas, incorporada recientemente al repertorio de la Banda de La Puebla del Río, que la interpretó en la salida extraordinaria de las Aguas del Museo en 2022. Por último, hace medio siglo, en 1974, murieron ni más ni menos que dos buques insignia de la marcha procesiona contemporánea: Antonio Pantión y José Martínez Peralto. También compuso Albero algunas obras esenciales como Cristo de la Buena Muerte (cincuentenario de la fundación de la cofradía del Rectorado) e Hiniesta Coronada (de cuya coronación, efectivamente, se cumplen 50 años).

Son más las efemérides que nos esperan en este 2024, y a la que se irán uniendo otras tantas conforme avancen estos primeros compases del año. Sin duda, hay trabajo por hacer... Y mucho por homenajear. Es justo y necesario.