Origen e historia del Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla
El Cristo de las Almas preside esta nueva edición del Vía Crucis penitencial del Consejo
Este acto lleva celebrándose desde el año 1976, cuando lo presidió por primera vez el Cristo de las Misericordias
Como cada primer lunes de Cuaresma, el Consejo celebra el tradicional Vía Crucis penitencial de hermandades y cofradías de Sevilla, un acto consolidado en el calendario cofradiero de la Cuaresma y que, a pesar de su siempre discutida fecha, congrega a cientos de cofrades y curiosos para acompañar a la imagen que haya sido designada el año en cuestión. Para esta ocasión, el Cristo de las Almas de los Javieres ha sido el seleccionado por la Junta Superior para presidir este acto, que se convoca en la Catedral de Sevilla.
El Vía Crucis de las Hermandades se desarrolla desde el año 1976, cuando el Consejo designa al Cristo de las Misericordias de Santa Cruz por primera vez para que, en la seo hispalense, se recen las diferentes estaciones, que cada año reza una corporación distinta. Desde entonces, cada año un titular cristífero es trasladado a la Catedral para, en el interior de las naves, ocupar el rezo del Vía Crucis.
Algunas curiosidades
Desde el año 1976, tan solo dos hermandades han repetido en el Vía Crucis de las Hermandades: el Señor del Gran Poder (1979 y 1987) y el Señor de la Salud de la Hermanda de los Gitanos, que en el año 2009 no pudo salir por la lluvia y repitió en el año 2020, días antes de que se decretara el estado de alarma por la expansión del coronavirus y la crisis sanitaria. Además, el Vía Crucis de las Hermandades se ha celebrado siempre, independientemente de las circunstancias. Precisamente en el año 2021, en plena pandemia, el Cristo de la Corona también presidió el Vía Crucis de las Hermandades, de manera "estática", en el Altar de Jubileo de la Catedral.
Otro apunte anecdótico es que a lo largo de las ya cuarenta y siete ediciones de este Vía Crucis en algunas ocasiones han participado también dolorosas: la Piedad del Baratillo en 1985, la Virgen de los Dolores de los Servitas en 1998 y la Piedad de la Mortaja en 2002. De manera solitaria, al pie de la cruz, lo hizo la Soledad de San Lorenzo en 1988, en coincidencia con el Año Santo Mariano. Por último, la única imagen junto a Los Gitanos que no pudo salir por la lluvia fue el Señor Yacente, en el año 1986. Además, en el año 2013 se "suplió" este rezo por la celebración del Vía Crucis Magno de la Fe, que en aquella ocasión se convocó en domingo, y que tampoco pudo realizarse debido a la lluvia.
La Madrugada es la única jornada de la Semana Santa que ha aportado todas sus imágenes cristíferas al Vía Crucis de las Hermandades, y tan solo una hermandad de las denominadas de "vísperas" ha participado: el Cautivo de Torreblanca en el año 2018.
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