
Ignacio Valduérteles
Mater Dolorosa
“Desde la contemplación de la Cruz percibimos el inmenso amor de Dios a todos los hombres y mujeres de todos los lugares, de todos los tiempos.” Carta Pastoral No tengáis miedo, 3 de diciembre de 2023, Jose Ángel Sáiz Meneses, arzobispo de Sevilla
Con estas bellas palabras nuestro Arzobispo invitaba a la meditación en una carta pastoral valiente y llena de esperanza donde nos insistía en encontrar nuestra vocación como cristianos y ciudadanos del mundo. También nos recordaba que esa vocación, fruto del don que hemos recibido por la gracia de Dios, es también una responsabilidad. “La responsabilidad de dar testimonio con hechos y no solo con palabras. ¿Cómo regalo, cómo doy mi ser cristiano, mi confesión cristiana?”
Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano.
San Francisco de Asís encarnó a la perfección este impulso interior viviendo en armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo, porque son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la relación con Dios.
El pasado 8 de abril de 2024, el Alcalde de la ciudad de Essaouira (Marruecos), el Sr. Tarik Ottomani, hizo entrega a la Hermandad del Stmo. Cristo de la Corona y Ntra. Sra. del Rosario de una Cruz bendecida, en ese mismo acto, por Rvdo P. D. Josep Buades Fuster SJ.
Una humilde y sencilla Cruz de taracea realizada por artesanos musulmanes que durante el Ramadán pusieron su maestría al servicio del mayor símbolo de fe de nuestro pueblo, inspirados por un sentimiento de amor y verdad.
Para muchos puede ser un gesto extraño, pero si superamos dos de los grandes males que afecta a la sociedad de hoy como son el individualismo y el relativismo, alcanzaremos a contemplar la verdadera belleza y trascendencia de esta Cruz.
Enmarcada dentro del proyecto El Alma de las Culturas que nace en 2023 en la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, varias hermandades de Sevilla se unieron el pasado año 2024 para compartir una primera experiencia en la ciudad de Essaouria. El objetivo principal del proyecto es aunar, desde la religiosidad popular, un dialogo fértil y profundo entre las tres religiones del Libro desde un ámbito cultural, social y espiritual.
La multidimensionalidad de la religiosidad popular hace de las hermandades y cofradías instrumentos privilegiados para el conocimiento de los pueblos. La importancia de encontrar espacios en este sentido, supone un hecho fundamental para superar prejuicios y barreras que limitan una comunicación fluida y natural entre diferentes.
Inspirados por las siguientes palabras del Papa Francisco en la Encíclica Fratelli Tutti del 3 de octubre de 2020: Y como María, la Madre de Jesús, "queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad [...] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación" [270].
interpelan directamente a nuestras hermandades y cofradías para que sigan siendo comunidades responsables con el tiempo que viven tal y como lo han venido realizando desde hace cientos de años. Una de las claves por las que las Hermandades han sido capaces de superar los limites del tiempo es, precisamente, por su disposición a vivir al frente de la realidad que les tocó vivir…guerras, epidemias, hambrunas… ahí siempre aparecieron las Hermandades para aportar ayuda y consuelo a su tiempo. Esta utilidad pública como vocación no debería desarraigarse porque pertenece a su propia naturaleza, por tanto, debemos huir de debates inocuos para ahondar, junto a nuestra Iglesia, en cuidar nuestro tiempo y el futuro creando un “lugar en el que podamos descubrir a Dios, amarle, dejarnos amar por Él y darlo a conocer a los demás.” (Encíclica Laudato Si Papa Francisco)
Hoy, Viernes de Dolores, cuando contemplemos la Cruz que abraza el Stmo. Cristo de la Corona meditemos sobre la importancia de su mensaje. Un mensaje de Fraternidad entre nuestros pueblos. Un mensaje de belleza del pueblo musulmán y marroquí puesta al servicio del mayor símbolo de fe del pueblo cristiano. Un mensaje de abrazo a la Cruz como desagravio a tanto dolor y sufrimiento, que en nombre Dios, están padeciendo nuestros hermanos en otros lugares.
Este año la imagen del Santísimo Cristo de la Corona, atravesando la puerta del Perdón, encerrará un profundo simbolismo. Será un recordatorio de nuestra historia compartida, de los lazos que nos unen más allá de las diferencias culturales o religiosas, y de la capacidad de convivir en paz y armonía.
Que la nueva Cruz sirva como un poderoso símbolo de concordia y esperanza. En un mundo a menudo marcado por la división, esta Cruz se erige como una muestra tangible de que la colaboración y el respeto mutuo son posibles y, además, bellos.
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