Obras urgentes para acabar con las filtraciones en la capilla de la Quinta Angustia
Este mantenimiento en las cubiertas precede a la restauración del intradós de las cúpulas
Una cúpula sevillana en el espectacular castillo de Almodóvar del Río
Unas obras urgentes y necesarias. Esta semana ha comenzado la colocación del andamiaje en la fachada de la capilla del Dulce Nombre de Jesús de la parroquia de la Magdalena. La Hermandad de la Quinta Angustia acomete unos trabajos que son necesarios para evitar las filtraciones de agua a través de la cubiertas de este espacio. La intervención viene motivada después de que se produjera la caída de restos de desprendimientos de la tercera cúpula de la capilla.
La Comisión Provincial de Patrimonio informó favorablemente el pasado 3 de julio sobre esta propuesta de intervención contenida en el informe sobre la caída de material de revestimiento en la cúpula del tercer cuerpo de la capilla de la Hermandad de la Quinta Angustia, en la iglesia parroquial de la Magdalena. La Capilla del Dulce Nombre, que es su nombre, se encuentra cubierta por tres cúpulas mudéjares de las que se desprendieron pequeñas piezas de fábrica, golpeando a la imagen principal de la hermandad. Un estudio realizado en la cubierta del templo barroco reveló la existencia de una grieta en el muro de la cabecera, además de la aparición frecuente de depósitos de polvo blanco sobre los bancos ubicados debajo de la cúpula central, y de algunos desprendimientos puntuales.
El proyecto redactado por Miguel Ángel López, arquitecto-conservador del templo, concluye que las bóvedas observadas no presentan patologías graves que afecten a su estabilidad estructural. Que los desprendimientos se produjeron en un punto del revestimiento de la fábrica de ladrillo que conforma la cúpula mudéjar, y que para asegurar la integridad de personas y bienes, se aconsejaba la colocación de una red a la altura del anillo de la cúpula para evitar posibles daños personales o materiales derivados de posibles desprendimientos.
No obstante, sí señalaba Patrimonio como una tarea” urgente” y que debía acometerse de inmediato, atajar la entrada de agua a través de la cubierta. Hasta que no resuelva este problema no se debe acometer la restauración del intradós de las cúpulas. El informe también aconsejaba que las obras se realizaran durante en el verano, antes de la nueva temporada de lluvias.
El dictamen de Patrimonio consideraba estas actuaciones como de mantenimiento y conservación de las cubiertas de la capilla, sin que las mismas tengan incidencia negativa alguna en la percepción y valoración de esta parte del monumento.
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