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Los Estudiantes aprueba en cabildo la ejecución del nuevo paso para el Cristo de la Buena Muerte

CABILDO EXTRAORDINARIO

El resultado de la votación ha sido de 189 votos a favor, 123 en contra y 4 en blanco

El proyecto ha sido concebido por Antonio Gutiérrez de la Peña

Recreación digital del nuevo paso para el Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes / M. G.
R. S.

28 de septiembre 2022 - 22:21

Esta miércoles por la noche se ha celebrado un cabildo general extraordinario en el Paraninfo del Rectorado de la Universidad de Sevilla, donde los hermanos de la Hermandad de los Estudiantes han aprobado el proyecto y ejecución del nuevo paso del Cristo de la Buena Muerte presentado por la junta de gobierno, cuyo hermano mayor es Jesús Resa, y concebido por Antonio Gutiérrez de la Peña, que es hermano de esta cofradía del Martes Santo.

El resultado de la votación ha sido muy ajustado, con 189 votos a favor, 123 en contra y 4 en blanco, sumando un total de 316 sufragios. De esta forma, el Cristo de la Buena Muerte dispondrá de un nuevo paso "acorde a la categoría artística y devocional de nuestro amantísimo titular, obra maestra de la escultura europea del siglo XVII".

El actual canasto y los respiraderos, de estilo renacentista, fueron realizados entre 1925 y 1926 por Francisco Olivera Fernández, con carpintería de los talleres de Vicente Serradilla. Según explica el actual hermano mayor, se trata de un paso con carácter provisional, pues no está a la altura del valor artístico y devocional del crucificado realizado por Juan de Mesa en el siglo XVII.

Los informes de las últimas restauraciones han dejado en evidencia el deterioro del paso, así como la existencia de diferentes barnices y repintes, confirmándose, además, que la mayor parte del paso no está realizado en caoba ni maderas nobles, sino en materiales frágiles que no ofrecen garantías de cara al futuro.

El proyecto para la ejecución del nuevo paso procesional cuenta con el aval histórico-artístico de una comisión académica nombrada al efecto y presidida por el propio rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, y en la que participa un elenco de especialistas de primer nivel científico, como el director de Patrimonio de la Universidad de Sevilla, Luis Méndez, el catedrático emérito Teodoro Falcón Márquez, el catedrático Jesús Palomero Páramo, el secretario académico de la Facultad de Geografía e Historia, Francisco Ros, el decano de la Facultad de Geografía e Historia, Javier Navarro Luna, el decano de la Facultad de Bellas Artes, Daniel Bilbao, y el doctor en Historia del Arte Andrés Luque Teruel.

Paraninfo de la Universidad de Sevilla durante el cabildo celebrado esta noche / D. S.

Descripción

La cofradía ha apostado por un proyecto gestado en el seno de la corporación, "desde el conocimiento profundo de nuestros titulares, la personalidad, el carisma y la devoción de esta hermandad universitaria".

Los dibujos y planos previos muestran "un diseño magníficamente desarrollado en el que cada detalle tiene significado y lectura propia". Toda la arquitectura de las nuevas andas "refleja su perseguido clasicismo, con continuas referencias a los vínculos de la hermandad y al patrimonio artístico de Sevilla".

A su vez, un conjunto de bajorrelieves con motivos bíblicos, eclesiásticos y de patronazgo universitario ocuparán las distintas capillas y cartelas del canasto que, sumados a los textos de carga teológica y a la heráldica que se muestra en los respiraderos, conformarán el amplio y estudiado programa iconográfico del nuevo paso del Cristo de la Buena Muerte.

El proyecto respeta las líneas y la historia del antiguo paso. Las características ochavas de las esquinas "pasan a ostentar una elegantísima y original curvatura que dejarán de dar cobijo a los evangelistas para acoger unos espectaculares faroles" que, salvando las distancias, rememoran los orígenes procesionales del Cristo en los años 20 del siglo pasado. La deseada incorporación del bronce como material protagonista de la obra se combina con la máxima elegancia y sobriedad de las maderas nobles.

Los hachones ya han sido realizados en bronce por Orfebrería Ramos, bajo diseño de Antonio Gutiérrez de la Peña, habiéndose estrenado esta Semana Santa, aunque la lluvia impidiese que procesionasen en la tarde del Martes Santo.

El conjunto, en sus líneas compositivas, "adquiere visualmente una estructura piramidal que sirve de trono al Cristo de la Buena Muerte, realzando su total protagonismo, y sirviendo de altar itinerante a su imagen".

Recreación en 3D

La Hermandad de los Estudiantes ha recurrido a la empresa especializada en tecnologías 3D aplicadas al patrimonio artístico y sacro, PRINCIPA ARTIS S.L., entidad vinculada al grupo de investigación HUM-1030 del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla.

Por primera vez en la historia de la Semana Santa, se ha realizado la construcción digital tridimensional de un paso que solo existía en dibujos y planos sobre papel. Esta nueva fórmula de diseño y representación ofrece innumerables beneficios y ventajas:

Materiales e iconografía

Recreación digital del Cristo de la Buena Muerte sobre su nuevo paso / M. G.

El diseño del nuevo paso apuesta por el uso de materiales que aporten a las andas del Cristo la debida solemnidad. Para ello, se ha optado por la combinación de bronce y ébano, que, con alguna inclusión de otras maderas nobles constituirán la arquitectura y los bajorrelieves del canasto y los respiraderos.

Todos los elementos arquitectónicos empleados responden a las vinculaciones de la hermandad y a referencias del patrimonio artístico de Sevilla, cuidando que cada detalle mantenga el clasicismo del conjunto.

Si el paso actual carece de toda lectura iconográfica, el nuevo se ha concebido con un extenso programa iconográfico, que asesorado por la dirección espiritual de la hermandad "lo dotará de un discurso de profunda base teológica". Se pretende expresar "un mensaje litúrgico, bíblico y evangelizador". La Buena Muerte de Cristo "como acto sublime de entrega y sacrificio para la redención y la esperanza de la humanidad".

La fe en el Santísimo Cristo de la Buena Muerte es la máxima seña de identidad de esta corporación. Él impregna todas las dimensiones de la vida de la hermandad, llenándolo todo con su luz (perfundet omnia luce). Por eso, la Buena Muerte de nuestro Señor es el criterio desde el que se vertebra la iconografía del paso de su misterio.

Cartelas centrales

Por ello, las cuatro cartelas centrales del canasto expondrán episodios fundamentales de la historia de creación amorosa, destrucción devastadora por mor del pecado humano, redención sublime y consumación gloriosa.

Un itinerario iconográfico extensamente documentado y fundamentado de esta historia de salvación y que ahora resumimos:

1º Misterio: La entrada de la muerte en el mundo (cartela trasera)

El primer misterio representado será el primer pecado de Adán y Eva por la transgresión del único mandato que les había dado Dios: no comer del fruto del árbol del bien y del mal (Génesis 3,1-24). La consecuencia de aquel pecado fue la pérdida de la inmortalidad original que disfrutaban nuestros primeros padres en el Paraíso (Génesis 3,21-24). La muerte, así pues, entra en el mundo por el pecado, como dirá san Pablo en Romanos 6,23: “el salario del pecado es la muerte” (cf. Romanos 5,12-21). El género humano, por el ejercicio perverso de su libertad, ha corrompido la creación preciosa de Dios. Solo un acto gratuito y generoso del mismo Dios podrá reparar semejante daño. ¿Habrá un amor tan grande capaz de dar la vida por los pecadores y justificar a los impíos (cf. Romanos 4,5; 5,6-8)? Esta cartela deberá representar a Adán y Eva, al árbol del bien y del mal —del que el árbol de la cruz es antítesis— y al árbol de la vida en el trasfondo. El árbol de la vida cumplirá dos funciones iconográficas: por un lado sugerirá que al principio no fue el pecado, sino la gracia y el amor de Dios; y, por otro, será retomado en la cartela final, la del frontal del paso, la Nueva Jerusalén, de forma que se cree un eje semántico entre la primera cartela, el Cristo y la cartela final: del árbol de la vida, pasado por el árbol del bien y del mal que nos llevó al pecado, redimidos por el árbol de la cruz, hasta disfrutar de nuevo del árbol de la vida.

2º Misterio: La Encarnación del Hijo de Dios (Cartela lateral izquierda)

Enfrente del primer duelo, se representa la encarnación del Hijo de Dios en las purísimas entrañas de María. Hasta ahora Eva ha sido la protagonista de la primera cartela, en su pecado y en su dolor. Esta segunda cartela propone el contrapunto femenino por medio del sí luminoso de María. Dice san Ireneo de Lyon († 202), confrontando las decisiones de las dos mujeres: De la misma manera que aquella —es decir, Eva— había sido seducida por el discurso de un ángel, hasta el punto de alejarse de Dios a su palabra, así ésta —es decir, María— recibió la buena nueva por el discurso de un ángel, para llevar en su seno a Dios, obedeciendo a su palabra; y como aquella había sido seducida para desobedecer a Dios, esta se dejó convencer a obedecer a Dios; por ello, la Virgen María se convirtió en abogada de la virgen Eva. Y de la misma forma que el género humano había quedado sujeto a la muerte a causa de una virgen, fue librado de ella por una Virgen; así la desobediencia de una virgen fue contrarrestada por la obediencia de una Virgen… (Adversus Haereses, 5, 19, 1).

Dios había acompañado a la humanidad a lo largo de toda la historia, pero en la encarnación Dios opta por hacer la experiencia de la existencia humana “desde dentro” para restaurarla y sanarla “desde dentro” (cf. san ATANASIO, De incarnatione, 44; PG 25, 173c-176a). Así pues, la encarnación del Hijo de Dios o anunciación de María —de los dos modos se puede denominar este misterio— es momento indispensable para entender el misterio de la Buena Muerte. “El Logos de suyo no podía morir. Por eso tomó un cuerpo que pudiera morir, para ofrecerlo por todos” (san ATANASIO, De incarnatione, 20; PG 25, 152b). La muerte de Cristo no fue la consecuencia natural de su encarnación, sino que él escogió este camino de abajamiento: hacerse pequeño en el vientre de María, pobre en el pesebre de Belén, y muerto injustamente en el patíbulo de la Cruz. Así afirma también san Gregorio de Nisa: “Si interrogamos al misterio nos dirá que su muerte no fue una secuela de su nacimiento, sino que nació para morir” (Oratio catechetica, 32, PG 45, 80a).

3º Misterio: La última cena (Cartela lateral derecha)

Después de la entrada del pecado en el mundo a través de Adán y Eva, y tras la encarnación del Hijo de Dios en la segunda cartela, se representa en ésta la Última Cena del Señor con los apóstoles (cf. Mc 14,12-25; Mt 26,17-29; Lucas 22,7-20; 1 Cor 11,23-27), que supone la entrega sacrificial voluntaria de Cristo en la Última Cena.

La institución de la Eucaristía está íntimamente unida al misterio de la Buena Muerte porque Cristo, antes de que le quiten la vida en la cruz, la entrega voluntariamente en el cenáculo (cf. Juan 10,18). El don del cuerpo y la sangre son la clave de lectura que permite comprender la bondad de la muerte del Señor, que nos amó hasta el extremo (cf. Juan 13,1).

La representación de este misterio en la cartela del paso del Señor también nos da la clave de la vida cofrade de los Estudiantes: la hermandad se funda en el don del Señor de la Buena Muerte. Somos hermanos que comen su pan y se transforman en su cuerpo para formar una Iglesia unida, que rehúye del fratricidio de Caín. En la cartela, por tanto, deberán ser representados los doce apóstoles como predecesores de los hermanos de la Buena Muerte.

4º Misterio: La Resurrección del Señor (Cartela delantera)

La resurrección del Señor es el misterio más importante de su vida y la respuesta de Dios Padre a la muerte que los hombres dimos a su Hijo. Sin resurrección, la muerte jamás podría haber sido buena.

Aunque a primera vista lo lógico sería representar su surgimiento de la tumba, sería preferible representar la aparición del Resucitado a María Magdalena (Juan 20,11-18) por tres motivos: primero porque el Martes de Pascua, que sigue al Martes Santo, se lee este pasaje en la eucaristía de nuestra celebración pascual; segundo porque así conectamos el paso del Señor y el paso de la Virgen: la aparición del Resucitado a María Magdalena también se representa en el manto de la Virgen de la Angustia; y tercero porque el anuncio de la resurrección del Señor es el compromiso ineludible de los hermanos de la Buena Muerte. Es este un misterio no solo confesado, sino que debe ser testimoniado en la Universidad con la palabra y el ejemplo.

Aunque no sea muy común, sería bueno representar a Cristo resucitado, con la bandera de la cruz desplegada, para que así resulte evidente que el que ha resucitado es el que ha sido crucificado. Ya el Giotto representó así la aparición a María Magdalena. No obstante, este fresco de la Basílica de Asís no debe ser el modelo iconográfico de la cartela, ya que es demasiado distinto, artísticamente hablando, al primer duelo de Bouguerau.

Capillas

Recreación digital del nuevo paso para el Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes / M. G.

Las cartelas que custodian las Capillas centrales del frontal y la trasera del canasto presentan otros cuatro episodios bíblicos con una enorme carga simbólica.

Capillas delanteras

Capillas traseras

Finalmente, el programa iconográfico del canasto del paso se cierra con un marcado carácter académico y universitario representándose en las cuatro cartelas de ambos costeros y nuevamente en bajorrelieve a los patronos de las facultades más antiguas de la US: San Alberto Magno, San Lucas, San Raimundo de Peñafort y San Isidoro de Sevilla, así como representaciones de los doctores de la iglesia.

Capillas laterales

Se representarán los 8 patronos de las Facultades más antiguas de Sevilla:

Respiraderos

Los respiraderos del nuevo paso contarán igualmente con su correspondiente discurso iconográfico. Los cuarteles en que se dividen los frontales y los costeros dejarán ver una escolta de grifos sintetizados para la labor de orfebrería fina. Animales mitológicos que estilísticamente anuncian el carácter clásico de este paso y que ya el mismísimo Dante presentara.

Estos funcionan como emblema de Cristo, ya que el grifo tiene una doble naturaleza; la terrestre por su parte de león y la celeste, por su parte de águila. Esa dualidad, que también representa la alquimia como las dos partes de lo fijo y lo volátil, contribuye sin duda a la doble lectura que tendrá todo el discurso del paso entre la vida y la muerte, el desastre que supone la misma y la bondad infinita que para con los hombres supuso la de Cristo.

En el cuartel central de cada frente y costero del paso, figura una cartela que presenta un escudo. Cuatro blasones conforman esta representación heráldica. El frontal delantero exhibirá el escudo de la Hermandad de los Estudiantes, el trasero el emblema del Cabildo catedralicio, mientras que los costeros acogerán los escudos de España y de la Universidad Hispalense.

Los escudos son portados y sostenidos por sendas parejas de sibilas como representación del doble papel que contempla su iconología: profetisas a la vez que símbolo del mesianismo de Jesús.

Cada paño de los respiraderos exhibe, además, un texto en latín perteneciente a la misa de Réquiem, concretamente al "Recordare" de la Sequentia:

Frontal

Costero izquierdo

Trasera

Costero derecho

Definitivamente, las nuevas andas darán mayor protagonismo procesional al Cristo de la Buena Muerte "equiparándose al nivel de calidad y excelencia patrimonial que la hermandad presenta y mantiene en sus enseres y en el propio paso de la Virgen".

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