Así es el nuevo manto de estilo imperio para la Dolorosa del Santo Ángel
PATRIMONIO
La pieza será presentada en noviembre y estrenada en el besamanos de diciembre
El manto cuenta con diseño de Sergio Cornejo y bordados de Talleres Salteras
La imagen de Nuestra Señora de la Salud, de la Asociación del Cristo de los Desamparados del Santo Ángel, estrenará nuevo manto en su próxima veneración del mes de diciembre. Se trata de una pieza de estilo imperio bordada en oro a realce y sedas sobre terciopelo azul prusia, con unas dimensiones de 5 metros de embocadura y 4,70 metros de largo. Aunque sus medidas son las de un manto de procesión, se le denomina mano te besamanos, ya que la imagen aún no procesiona. Su estreno se hace público en esta fecha de la Natividad de la Virgen, cuando el taller de bordados ha confirmado la terminación de la compleja obra.
Hasta el año pasado, la Dolorosa había sido ataviada para su besamanos con mantos bordados cedidos por diferentes hermandes, como el de la Encarnación de San Benito o el antiguo del Baratillo que perteneciese a hermandad del 'Abuelo' de Jaén. Desde el Santo Ángel explican que esto suponía un riesgo considerable para las piezas bordadas, tanto en su traslado como durante los días que permanecían en el convento.
Ante esta circunstancia, varias hermanas devotas de la Virgen propusieron al Prior de esta congregación, en enero de 2021, la realización un manto propio. Poco después se encargaría su diseño al artista Sergio Cornejo, encargado de los diseños del Santo Ángel y de la Asociación del Cristo de los Desamparados. Dicho grupo de devotas se ha encargado de costear el manto, que formará parte del ajuar de la Santísima Virgen y que será propiedad del Convento del Santo Ángel.
El diseño fue entregado el pasado mes de enero, iniciándose un mes después los trabajos de bordado en Talleres Salteras, donde ya se han pasado a nuevo soporte las sayas antiguas de la Virgen Salud y en el que se ha confiado desde el principio el ajuar de la Dolorosa. El encaje de oro ha sido encargado a Alfonso Aguilar, tomando como modelo uno antiguo de la colección del museo del convento del Santo Ángel.
El taller ha trabajado con total entrega para que la Santísima Virgen pueda estrenar el nuevo manto en su besamanos de diciembre de este año, estando prevista su presentación para finales de noviembre en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Sevilla.
El diseño ha seguido el criterio artístico dispuesto por el prior de la Orden, fray Juan Dobado Fernández, doctor en Historia del Arte, inspirado en el estilo imperio, que se inserta dentro del movimiento neoclásico, y en concreto del neoclasicismo tardío –de hecho, toma su nombre del periodo de gobierno de Napoleón en Francia- por coincidir con la cronología atribuida a la imagen de esta Dolorosa atribuida a Juan de Astorga.
Detalles del diseño
La pieza se concibe como un manto de orla, bordado en todo su perímetro mediante dos cenefas; una primera más estrecha y otra interior más ancha. Mientras que la exterior, a modo de greca, repite un mismo motivo vegetal, la segunda se estructura mediante las características coronas de laurel, que se van repitiendo a lo largo de la orla albergando las iniciales de los titulares entrelazadas ('D', de Desamparados, y 'S', de Salud) y se combinan con una flor de lis abierta; motivos que encontramos, por ejemplo, en la vestimenta creada por el pintor y diseñador de vestuario Philipp von Stubenrauch (1748-1848) para la Orden austríaca de la Corona de Hierro, expuesta en el museo de Historia del Arte de Viena.
El diseño del manto pretende imprimir un carácter más sevillano al estilo imperio, dotándole de una estética local, influenciada por los bordados que encontramos en la iglesia conventual del Santo Ángel, y concretamente en una manto que poseía la Dolorosa, desgraciadamente perdido, del que se conserva escasa documentación fotográfica.
Dado que no se trata de un manto redondo o de capa, sino con cola, ésta se enriquece con un bordado que asciende por el eje central, compuesto igualmente por motivos propios del estilo imperio, como las guirnaldas de flores o la decoración mixtilínea, rematándose con la simbología de la Realeza de María. La misma decoración se desarrolla en las vistas del manto.
El resto de la superficie se diseña con una salpicado de piezas bordadas que combinan pequeñas coronas y ramilletes de laurel con flores abiertas, al modo de la flor de lis, que se distribuyen de manera radial, en sentido ascendente desde la orla del manto, coincidiendo con los mismos motivos representados en ésta. Así, las pequeñas coronas de laurel vuelven a albergar las iniciales de las imágenes titulares, pero en esta ocasión de manera separada.
Especial mención merece el eje central del manto, donde las coronas de laurel recogen los símbolos presentes en el escudo corporativo, como son la corona de espinas rodeando la enseña carmelitana, el corazón traspasado de María y una Estrella, con la que la orden del Carmelo representa a la Virgen.
El filo exterior del manto irá rematado mediante cordón de oro bordado in situ y encaje de oro confeccionado expresamente por Alfonso Aguilar Martín, reproduciendo uno de los modelos antiguos que se conservan en el museo del convento, el cual será hecho a medida, incluyendo las esquinas redondeadas del diseño.
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