El Nazareno de la Salud de la parroquia de San Pedro saldrá a la calle esta Cuaresma
Vía Crucis
Presidirá por primera vez de manera externa su tradicional Vía Crucis
Será el día 1 de marzo por el entorno de la feligresía
Una cita imprescindible para los amantes de la Sevilla más oculta y desconocida. La Sacramental de San Pedro ha anunciado en estas últimas horas que el Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús de la Salud, titular cristífero, se realizará este año de manera externa, es decir, por las calles de la feligresía. Esta antiquísima corporación celebrará este piadoso acto en la tarde del primer viernes de marzo, el día 1, a partir de las 20:40 de la tarde y con arreglo al siguiente recorrido: Plaza de San Pedro, Plaza del Cristo de Burgos, Ortiz de Zúñiga, Pérez Galdós, visita a la residencia de ancianos Hábitat, Boteros, Sales y Ferrer, plaza Cristo de Burgos, San Pedro y entrada.
En escasas ocasiones se ha podido contemplar esta imagen fuera de su lugar de culto habitual (la cabecera de la nave de la epístola de San Pedro); tan solo hace ya casi quince años cuando permaneció unos meses en Santa Inés con motivo de las obras en la parroquia. De esta manera los cofrades redescubrirán, aún más, esta imponente talla fechada en el siglo XVII y atribuida a Felipe de Ribas.
Con anterioridad, esta corporación sacramental celebrará solemne triduo a Nuestro Padre Jesús de la Salud, en concreto los días 15, 16 y 17 de febrero, a las ocho de la tarde, predicando don Pedro Paz, adscrito a la parroquia. Posteriormente, y como sí es tradicional, la imagen estará expuesta en veneración todos los viernes de Cuaresma, en horario de 11:30 a 13:00 y de 18:30 a 20:00.
La hermandad
Los orígenes de esta histórica hermandad sacramental se remontan al siglo XVI. El Real y Supremo Consejo de Castilla aprobó las ordenanzas de esta corporación en el año 1788. La capilla sacramental de la parroquia de San Pedro hubo de construirse poco después del resto de la fábrica primitiva del templo, que data del siglo XIV. Ubicada en la cabecera de la nave de la epístola, posee planta cuadrada que se cubre con una bóveda ochavada sobre trompas de estilo mudéjar, decorada con lacerías poligonales y estrelladas, así como con azulejos vidriados verdes y negros. Al parecer, una inscripción hoy desaparecida fechaba dicha cubierta en 1379. En origen, esta capilla tuvo un carácter funerario, como panteón de Antonio Petrucio di Calvi, de su mujer, Brígida Broche, y de sus herederos. Convertida en sagrario, contó con un altar cuyas pinturas contrató la sacramental con Francisco de Herrera «el Viejo» en 1619, que han desaparecido, como también el retablo que se ajustó en 1705 con Lorenzo Bernardo González y Antonio de Quirós, y otro posterior, de comienzos del siglo XIX, obra de Juan de Astorga
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