Muere Francisco Yoldi, destacado cofrade de Montserrat e impulsor de causas sociales

Obituario

Fue hermano mayor en dos ocasiones de la hermandad del Viernes Santo

Promovió el programa de acogida de niños bielorrusos

"No nos interesa el pasado de los presos, sino su futuro"

Francisco Yoldi, en una entrevista que concedió a este periódico en 2022.
Francisco Yoldi, en una entrevista que concedió a este periódico en 2022. / José Ángel García

Francisco Yoldi García ha fallecido este jueves a causa de un accidente de tráfico que sufrió el pasado viernes, cuando circulaba en moto por la calle Torneo. No se ha podido recuperar de las secuelas que le provocó la colisión con un turismo. El que fuera hermano mayor de Montserrat en dos ocasiones ha tenido un papel clave en el desarrollo de distintas causas sociales, entre ellas, las de la Asociación Zaqueo, dedicada a la inserción de los presos.

Cofrade de gran prestigio, casado con Francisca Flores Montilla, estuvo buena parte de su vida vinculado a Persán, la empresa familiar que preside actualmente su hermana Concha Yoldi. La relación con las hermandades le venía de casa, pues su madre, Conchita Yoldi Gordillo (con 95 años), es la presidenta de la Asociación de Mujeres Cofades, fundada en tiempos del cardenal Bueno Monreal.

Siempre ha estado muy vinculado a la Hermandad de Montserrat, de la que fue hermano mayor dos mandatos. El primero, a principios de este siglo; y el segundo, la pasada década, cuando se rehabilitó la actual casa de hermandad. No obstante, su hermandad de cuna era otra corporación del Viernes Santo, la Soledad de San Buenaventura. Yoldi se vinculó con la cofradía de nombre catalán a raíz del problema que la corporación conventual tuvo con los costaleros en la Semana Santa de 1973, cuando Montserrat le cedió una de sus cuadrillas.

Fundador del grupo joven

Como muestra de agradecimiento, se hizo hermano de la corporación de la Madgalena. Y no un hermano cualquiera, pues desde su ingreso se involucró de pleno en la vida de hermandad. Al poco de jurar las reglas, creó con otros cofrades de su edad el grupo joven de Montserrat, como ocurría en un buen número de cofradías por aquella época. En el primer mandato como hermano mayor no dudó en reclamar la inclusión del Cristo de la Conversión en el listado de imágenes sagradas que aparecen en el monumento a Juan de Mesa, donde había sido olvidada, pese a ser una de las primeras obras documentadas del artista cordobés.

También resulta reseñable su colaboración durante las últimas décadas en la organización del cortejo de la procesión del Corpus Christi, en el grupo comandado por Joaquín de la Peña.

Economista que durante dos décadas ejerció su carrera en el ámbito empresarial, con caseta en la calle Joselito El Gallo, este sevillano de 70 años no ha cesado de prestar su tiempo y esfuerzo para colaborar voluntariamente con diversas instituciones. Una ayuda que empezó a prestar en las décadas de los 80 y 90, cuando presidió el club de voleibol femenino Compañía de María. En 2004 comenzó a ejercer de coordinador del Programa de Acogida de Niños Bielorrusos, en el que han participado numerosas hermandades. Con las estancias veraniegas de estos menores en Sevilla y otros puntos de Andalucía se pretende mejorar con el clima de esta tierra la salud y la calidad de vida de quienes aún sufren las consecuencias del accidente nuclear de Chernóbil.

La reinserción de presos

Fruto de este interés por las causas sociales, fue su implicación en la Asociación Zaqueo, con la que se busca la inserción de los presos. Ha sido su presidente en dos ocasiones. La última, desde 2022. En una entrevista concedida a este periódico, Francisco Yoldi detallaba que "la mayoría de las personas que atendemos cuentan con muy pocos recursos, con una muy baja autoestima y que incluso han roto sus vínculos familiares cuando han entrado en prisión. Gente que sale de permiso y no tiene adonde ir. Trabajamos con personas con un perfil social muy bajo".

Yoldi llegó a Zaqueo precisamente a través de las hermandades. Era hermano mayor de Montserrat en 2002 cuando se propuso racionalizar la acción social de la cofradía. "Ya habíamos hecho algo en el ámbito carcelario, por aquello del Buen Ladrón, pero no queríamos entrar como un elefante en una cacharrería porque no teníamos mucha idea. Pensamos que debíamos ir con alguien que sí supiera". Y ahí se encontraron con la Asociación Zaqueo, que funcionaba desde 1996 y que había fundado una hermana de las Adoratrices, Carmen Sánchez. Siempre tenía un lema para este cometido: "No nos interesa el pasado de los presos, sino su futuro".

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