Misa de acción de gracias en Santa Isabel por el Santo Entierro Grande
Las hermandades invitadas y la anfitriona compartieron una misa por "los frutos espirituales y caritativos" de esta procesión
La cátedra estuvo ocupada por Ramón Valdivia, obispo auxiliar
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El convento de Santa Isabel acogió en la tarde del pasado lunes una misa de acción de gracias “con motivo de los frutos espirituales y caritativos emanados de la celebración del Santo Entierro Grande y la histórica obra social”, tal y como apunta la corporación anfitriona y organizadora de este evento, que ya forma parte de la historia de la Semana Santa sevillana.
La celebración comenzó a las ocho y media de la tarde, y estuvo presidida por Ramón Valdivia, recientemente designado como Obispo Auxiliar de la ciudad. D. Ramón también ocupó hace unos días la ceremonia de clausura de los actos del centenario del Lunes Santo, en esta ocasión en la Capilla Real.
A la ceremonia acudieron representadas las hermandades que participaron en la procesión del Santo Entierro Grande aquel 8 de abril, desde Montesión hasta la Quinta Angustia. Musicalmente acompañó la Coral Polifónica de la Hermandad de la Macarena y al término de la misa la corporación de San Gregorio, en la persona de su hermano mayor Fermín Vázquez, entregó un obsequio conmemorativo a cada cofradía invitada. También estuvieron presentes en la misa el presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez, y el recientemente designado como delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés, hermano del Cachorro, uno de los pasos participantes del Santo Entierro Grande.
Como colofón al acto, se visitó la obra social nacida con motivo de esta procesión general, que se está desarrollando en el citado convento. En concreto, el proyecto consiste en una reforma y mejora de las instalaciones donde comparten vida mujeres y niños acogidos. El coste total de esta importante reforma se prevé que se sitúe en torno a los 21.000 euros. Un hogar que se mantiene casi íntegramente por las Hermanas Filipenses del Convento de Santa Isabel, que no cuentan con subvención pública regular para su sostenimiento pero desde donde dan cobijo, manutención, ayuda, y sobre todo amparo y cariño, a estas mujeres en situaciones de exclusión social, con problemática familiar, cuando no provenientes de causas peores, como malos tratos, etcétera.
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