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La medalla de 1959

El hoy hermano mayor de la Redención, Manuel del Cuvillo, es hijo del primer nazareno de la cofradía, el fiscal de cruz de aquel histórico cortejo de la Misericordia

Manuel del Cuvillo, hermano mayor de la Redención / Víctor Rodríguez

Sevilla/La primera vez que salió la cofradía a la calle nadie se refería a ella como La Redención. Era el Rocío a secas. Ocurrió en 1959. El cortejo salió de la iglesia de la Misericordia con un sólo paso, el del Señor. Solamente se vistieron 82 nazarenos. El primero que puso un pie en la calle como tal fue el fiscal de cruz, Manuel del Cuvillo Redondo (1931-1998). Lucía, curiosamente, antifaz de pana verde. Los nazarenos no tenían medallas. Aquel fiscal se colgó una de las que se compran en Almonte, la tradicional de pandereta.

Ese antifaz y esa medalla siguen siendo usados cada Lunes Santo. Ahora los luce nada menos que el actual hermano mayor, Manuel del Cuvillo, el hijo de aquel primerísimo fiscal, el que pidió en la Campana una venia para la historia de la cofradía. Cinco nazarenos habían salido la Semana Santa anterior a la primera salida integrados en el cortejo de Los Gitanos como heraldos de lo que habría de venir. Pero la cofradía nunca ha salido en la Madrugada, tal como dictaban sus primeras.

Lunes Santo de 1975. El hoy hermano mayor en brazos de su padre.

Cuvillo Redondo era prioste de aquella joven hermandad junto con el recordado Jaramillo. Los dos eran hermanos, además, de la Esperanza de Triana. Por eso ambos calcaron las medidas del paso de la Dolorosa trianera para el de la Virgen del Rocío. Por eso son del mismo tamaño. Por eso también el palio rociero tiene un ángel con chupete en los respiraderos, como guiño al paso de la Esperanza. Cuvillo era de los cofrades reclutados por Fernando Baquero para ayudar al inolvidable cura don Eugenio Hernández Bastos (1903-1999) a llevar la gestora que a partir de 1958 comenzó a sacar adelante una cofradía fundada tres años antes.

De aquel grupo formaban parte Manuel Yruela, Curro Palomino, Vicente Ponce, Diego Seoane... Don Eugenio fue el que incluyó dos apóstoles más en el paso de misterio. El cura que tenía mando en plaza para organizar bautizos y bodas en la iglesia de Santiago sin tener que rendir cuentas en la Parroquia de San Ildefonso. Este cura de Hervás, canónigo de la Catedral, entendió el mundo de las hermandades y cofradías mejor que muchos presbíteros nacidos en la diócesis.

Lunes Santo de 1957. Manuel Cuvillo Redondo con su hijo en brazos.

Hubo que esperar a 1961 para la primera salida del paso de palio. Don Eugenio lo era todo, lo fue todo en la cofradía. El hoy hermano mayor hizo su primera estación de penitencia el Lunes Santo de 1975, con diez meses de edad. Vestido de monaguillo aparece en brazos de su padre delante del paso de la Virgen. Sólo su padre luce medalla, la misma medalla de aquel 1959, la que sigue saliendo hoy en el pecho de su hijo. Su bautizo fue en Santiago, a puerta cerrada. No quedó constancia de la ceremonia en el registro parroquial, de tal forma que muchos años después hubo de emplearse el testimonio de testigos y una grabación en Super8 para probar el sacramento.

Faltaba todavía mucho, muchísimo, para que la hermandad del Rocío experimente un gran crecimiento. En 1997 ocurrió el primer hito con la incorporación de las hermanas. La cofradía superó por primera vez los 500 nazarenos. Las retransmisiones de la salida y la entrada en Canal Sur Radio siempre tuvieron un gran eco. La fundación de la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Redención fue otro motivo de crecimiento.

La medalla que lució el primer fiscal de cruz de la Redención, en la histórica salida de 1958 / Víctor Rodríguez

Ya quedaba muy atrás aquella primera nómina de 82 hermanos de una cofradía humilde que presume de seguir siéndolo. “Lo que se consigue es gracias a los hermanos, no hay benefactores”, se le oye decir al hoy hermano mayor. En 1994 se aprobaron los primeros manigueteros, pues hasta entonces la cofradía carecía de ellos. Hoy lucen túnicas enteras de terciopelo.

De 82 nazarenos en 1959 a 1.420 en 2018. La misma medalla. El mismo terciopelo de pana verde, de esa tonalidad que casi ya no se aprecia en la cofradía, pero que estuvo hace 60 años en la Misericordia. Rocío, Beso de Judas, Redención... Tres formas de llamar a una misma cofradía.

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