El manto rojo, el elegido para la procesión de la Virgen de los Reyes 2024

Desvelada una de las noticias más esperadas del mes de agosto, siempre en relación con la patrona hispalense. La Virgen de los Reyes, para la procesión de tercia de la mañana del próximo 15 de agosto, portará el manto rojo de salida el donado por la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, duquesa de Montpensier, en la segunda mitad del siglo XIX. Así lo ha informado la propia asociación de fieles este mismo jueves, día 1.

El manto fue donado por la duquesa como gesto de agradecimiento y devoción hacia la Virgen por el complicado parto de su hija Amalia. La infanta fue la segunda y última hija del Rey Fernando VII y de su esposa, María Cristina de Borbón – Dos Sicilias. Está bordado en oro, dispone de una guardilla y flores, de estilo barroco, una obra nacida de otra pieza nacida de otro de tonalidad blanca.

Este es el manto elegido para este año, ya que era el manto verde de Isabel II el que le tocaba portar en la procesión, pero al estar en restauración en el taller de Sobrinos de Elena Caro, se ha optado por el de la infanta María Luisa, pieza que el 2021 no pudo sacar a la calle por la pandemia del Covid. El manto rojo fue restaurado por última vez en 1981 en el taller de Esperanza Elena Caro.

La patrona vistió este manto el pasado mes de noviembre, concretamente el día 23, jornada en la que se conmemoraba el 775 aniversario de la reconquista de la ciudad por parte de Fernando III. La Virgen de los Reyes, como es conocido, cuenta con un extenso y rico ajuar que se alterna anualmente de cara a la procesión. En el caso de los mantos, son otros cuatro de los que dispone: el verde (fechado en 1853 y ejecutado por las hermanas Margarita y Rosa Gilart) y el blanco, o de los castillos y leones (también datado en 1853), ambos donados por la reina Isabel II; el celeste, estrenado en el año 1904 con motivo de la coronación canónica de la imagen y bordado por los talleres de Olmo, tras donación de la Condesa de Casa Galindo; y el rosa o salmón, estrenado en la procesión del Congreso Mariano Hispanoamericano de 1929. Fue realizado por las hermanas de la Cruz.