Macarena y Triana, un reencuentro que escribió un nuevo capítulo en la historia de Sevilla

Las dos Esperanzas estuvieron frente a frente en la Catedral 29 años después

Las Esperanzas dieron calor a la madrugada gélida que cerró la Magna de Sevilla

Cuando preside la Fe de un pueblo

La Esperanza de Triana se despide de la Esperanza Macarena.
La Esperanza de Triana se despide de la Esperanza Macarena / Antonio Pizarro

El domingo 8 de diciembre de 2024, Sevilla escribió un nuevo capítulo en la historia de la ciudad. En una jornada marcada por la procesión Magna, las dos devociones más arraigadas de la ciudad, la Esperanza Macarena y la Esperanza de Triana, se miraron frente a frente en un saludo histórico que puso las emociones a flor de piel de los privilegiados que pudieron presenciar el momento. Un reencuentro que se produjo además después del saludo acontecido durante la Semana Santa de 1995.

Amanecía en Sevilla, pasadas las siete de la mañana, cuando el paso de la Esperanza Macarena llegaba a la Catedral de Sevilla, tras un traslado nocturno por las calles de la ciudad. Envuelta en la fría brisa de diciembre y el fervor de sus devotos, la Virgen cruzó las naves catedralicias hasta el trascoro, donde ya aguardaba, desde horas antes, la Esperanza de Triana.

En un momento de máxima expectación dentro del templo, la cuadrilla de José María Rojas Marcos acercó el palio de la Macarena para que las dos Esperanzas quedaran frente a frente. Allí, la Macarena y Triana se saludaron como ya lo hicieron en 1995, cuando la lluvia las llevó a buscar refugio juntas durante la Madrugá.

La Macarena, con su elegancia majestuosa, es el centro de la idolatría de los macarenos y de todo aquel que se acerque a ella. Su paso representa la serenidad y la solemnidad que caracterizan su estilo. Por su parte, la Esperanza de Triana, patrona del barrio marinero, irradia la alegría y la idiosincrasia que definen el alma trianera. Dos estilos diferentes, dos maneras de entender la devoción, pero un mismo amor que une a Sevilla entera.

Un día que ya es historia

La Esperanza de Triana se despide de la Esperanza Macarena / Antonio Pizarro

Este saludo matutino no fue el único. Por la tarde, en un segundo encuentro, la Esperanza de Triana devolvió el gesto antes de emprender su salida en la procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades. Fue el broche de oro a una jornada que quedará grabada en la memoria de quienes la vivieron.

Los hermanos mayores de ambas hermandades, José Antonio Fernández Cabrero, de la Macarena, y Sergio Sopeña Carrizo, de Triana, compartieron este emotivo momento.

Más allá de la rivalidad, un abrazo de fe

Aunque a menudo se habla de la "rivalidad" entre estas dos grandes devociones sevillanas, el encuentro en la Catedral demostró que la verdadera esencia de esta relación es el respeto y la hermandad. Las dos Esperanzas, cada una con su singular belleza y estilo, juntas bajo el mismo techo, representaron la unión de una Sevilla que vive su fe con intensidad. Un abrazo de devoción que atraviesa los años y las generaciones.

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