La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Provincia
El tramo final de mayo y estos primeros días del mes de junio nos han devuelto un bien tan preciado como urgente: la lluvia. Tras el primer cuatrimestre de año más seco desde 1961, los radares vuelven a detectar por fin precipitaciones y nuestra provincia poco a poco empieza a regarse. Sin embargo, no es suficiente y se necesitan varias semanas más para recuperar niveles normales en los pantanos.
De este modo, varias hermandades, parroquias y localidades continúan celebrando procesiones de rogativas implorando por la lluvia. Y, en algunos puntos, dicho y hecho. Hace unos días teníamos noticia de la salida en procesión del Crucificado de la Agonía, una sobrecogedora imagen cristífera que se venera en Cantillana desde hace siglos. Realizado en pasta de maguey, se enmarca en la tipología de crucificados procedentes de América, y todos los expertos lo vienen a encuadrar en el siglo XVI.
Los cantillaneros han recurrido a él en ocasiones de calamidad, especialmente los campesinos y jornaleros. Ya en Cuaresma, los hermanos y devotos realizaron una rogativa virtual en su honor, pero la sequía continuaba agudizándose. De este modo, cuarenta años después de la última vez (1981), se decidió que la talla volviera a procesionar en rogativas por las calles de esta localidad de la Vega desde el santuario de la Patrona, la Soledad, donde recibe culto diariamente. Y así lo hizo el pasado viernes, a las siete de la tarde, bajo un cielo amenazante que barruntaba agua.
Al poco de salir la imagen, y conocido el aviso amarillo por posibles tormentas según los partes meteorológicos, un soberbio aguacero regó por completo Cantillana, la Vega y casi todo el norte de la provincia. La imagen fue cubierta con un impermeable y depositada en la parroquia de la Asunción, donde se celebró a su llegada una misa. A la conclusión de la misma, el párroco decidió que la imagen regresara a su templo en la mañana de este domingo, día 4 de junio.
Durante los traslados se entonó el Santo Dios, un canto de siega que inspiró a Blas Infante para componer la música del Himno de Andalucía mientras ejercía de notario en la localidad. Guarda especial vinculación esta imagen con los labradores andaluces; tanta es la tradición del crucificado con respecto a las sequías que cuenta con una copla propia para este tipo de ocasiones: "Por lo que pasaste clavado en la cruz, mándanos el agua Divino Jesús. El trigo se seca, la siembra no nace y todos tus hijos morirán de hambre".
No muy lejos de allí, a caballo entre la Vega y los Alcores, la localidad de Carmona también celebró su particular procesión de rogativas con la imagen de San Isidro Labrador en la tarde del sábado. La rogativa, organizada por la parroquia de Santa maría y en colaboración con la cooperativa agrícola carmonense, recorrió algunos puntos de la localidad tras la misa de las ocho de la tarde, como Sor Ángela de la Cruz, la Puerta de Marchena o General Freire.
Se trata de una talla atribuida a Manuel García Santiago de inicios del siglo XVIII.
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