Los llamadores felinos de la Candelaria
Fernando Aguado se basó en el león del monumento a Cristóbal Colón para diseñarlos
La Candelaria trasladará la salida extraordinaria de la Virgen por el centenario al mes de septiembre
"A finales de 2019 había inquietud por unir las cuadrillas". Así resume el artista Fernando Aguado la motivación y el momento del último trabajo que ha realizado para la Semana Santa de Sevilla: dos llamadores para los pasos de la Hermandad de la Candelaria. Dos piezas de orfebrería que han sufragado los costaleros, que además de compartir corporación, tienen a dos hermanos como capataces: Juan María Gallardo y José Miguel Gallardo. Elementos que han desembocado en que presentaran a la junta de gobierno la propuesta, que fue aceptada y ejecutada por Aguado y el taller de orfebrería de los Hermanos de los Ríos, ubicados en el Polígono Industrial San Jerónimo.
De allí han salido las reinterpretaciones que ha hecho Aguado del león del monumento a Cristóbal Colón que hay en el centro de los Jardines de Murillo. Una escultura de Lorenzo Collaut Varela que, al igual que la Candelaria, cumple un siglo en este 2021. Ello, unido a la estrecha vinculación entre estos jardines y la corporación del Martes Santo, invitaron a Aguado a tomarlos como modelo para encargar dos copias en bronce de él, una por paso. En color dorado apagado para Nuestro Padre Jesús de la Salud y en plata para la Virgen de la Candelaria. "El del palio era antiguo y no sonaba bien", explica Aguado sobre el llamador que tenía el paso de la dolorosa.
Además del nexo con los jardines y del centenario compartido con el monumento, Aguado amplía el contenido de la obra: "Representa la metáfora de Cristo como León de Judá del linaje de David". Por ello, en la peana del llamador lleva una cartela con la inscripción LEÓN DE JUDÁ. Aparte, en las bases se han colocado dos palabras que son un lema para la Hermandad de la Candelaria: Luz y Salud. Dos conceptos que hacen alusión a las advocaciones de los titulares de la corporación, que prepara para el próximo otoño una salida extraordinaria. Si la pandemia lo permitiese, podría ser el estreno de una de estas piezas, la del palio.
La identificación del llamador con la hermandad de San Nicolás de Bari es, por tanto, fuerte. Y el parecido con el león, que está una altura de 23 metros, también. Aguado sólo ha modificado la postura de la cabeza del felino, que en los Jardines de Murillo la tiene girada hacia la derecha. Algo que implicaría que mirara hacia dentro cuando se coloque en el paso. Por ello, la ha enderezado levemente para que haya una visión completa de su perfil desde la delantera de los pasos. Pero sí ha respetado los adornos florales y frutales con los que cuenta la obra de Collaut Varela, la cual califica de "maravillosa". La mayor dificultad para el escultor sevillano fue "encontrar la proporción ideal para que quedara elegante y que sonara".
Este último aspecto es clave en la ejecución de esta pieza, que debe ser bella pero también funcional. Aguado, que ya realizó llamadores para las hermandades de Santa Genoveva o Montserrat, es también capataz del paso trinitario de San Juan Bosco desde hace años y es sabedor de la importancia del buen sonido de un llamador. Este aspecto obligó a utilizar otras técnicas orfebres a la hora de crearlo en el taller. Algo que dice haber conseguido y que todos los cofrades podrán comprobar cuando los pasos de la Hermandad de la Candelaria vuelva a pasar por las calles de Sevilla.
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