La 'ley seca' de la Madrugada levanta el veto a que los bares sirvan cafés, churros y pasteles
La seguridad en la Semana Santa
La excepción se permitirá en los negocios de las calles Álvarez Quintero, Argote de Molina, Placentines, Bilbao, Plaza Nueva, Campana y la Avenida
El Ayuntamiento ratifica que el cierre de bares se retrasa esa jornada a la 1:30
La entrada en vigor de la 'ley seca' se retrasará media hora en la Madrugada de 2023
La ley seca levantará el veto la próxima Madrugada a servir cafés, churros y dulces en los negocios de sietes calles situadas en el entorno de la carrera oficial. Se trata de uno de los acuerdos alcanzados entre la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla y la patronal de hosteleros tras pactar la semana pasada –como adelantó Diario de Sevilla– que los bares pudieran estar abiertos esa jornada de la Semana Santa hasta la 1:30, media hora más tarde que en 2022.
Las negociaciones entre el gobierno local y los hosteleros han logrado flexibilizar más las restricciones establecidas para la Madrugada. Después de que hace una semana se concediera media hora más de apertura a los bares esa noche (cuyo horario habitual de cierre es las tres de la madrugada), ahora se abre la mano al tipo de servicio que pueden ofrecer a esas horas. A esta posibilidad ya apuntó el alcalde Antonio Muñoz cuando fue preguntado por las negociaciones con la patronal hostelera.
En el encuentro mantenido este martes, al que asistieron, entre otros, el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera; y el presidente de la referida asociación, Alfonso Maceda, se ha acordado que los negocios situados en las calles Álvarez Quintero, Argote de Molina, Placentines, Bilbao, Plaza Nueva, Plaza de la Campana y Avenida de la Constitución puedan servir cafés, churros o pasteles más allá del horario establecido en sus licencias, es decir, durante toda la Madrugada. Tal excepción sólo se mantendrá en los establecimientos de esas vías situadas en el perímetro inmediato de la carrera oficial. Hasta el año pasado la apertura más allá de la hora fijada para el cierre sólo se permitía a los restaurantes. Con esta novedad, el Ayuntamiento atiende las peticiones del público asistente esa jornada al centro de la ciudad para poder acceder a este servicio hostelero.
Las condiciones de apertura
Eso sí, los bares que abran a esas horas y que ofrezcan churros, cafés y pasteles lo harán con las mismas condiciones que en 2022. En este sentido, todos los clientes habrán de permanecer sentados en el interior sin superarse en ningún momento el aforo permitido. Estará tajantemente prohibida la venta y el consumo de bebidas alcohólicas. Habrán de disponer de un servicio de vigilancia privada prestado por profesionales que trabajen en compañías inscritas en el registro general de empresas de seguridad del Ministerio del Interior.
Además, los negocios de estas calles que quieran ofrecer tal servircio deberán solicitarlo al Ayuntamiento, que tramitará dicha petición. No podrán hacelo sin esa autorización. Según fuentes municipales, se baraja que no sean más de cinco los interesados en abrir toda la Madrugada. En este punto conviene recordar que antes de la entrada en vigor de la ley seca ya había un elevado número de establecimientos que decidieron echar el cierre en esta jornada por los problemas de seguridad que se originaban y al no compensar económicamente la apertura.
El resto de bares que se encuentren en los sectores incluidos dentro del plan de seguridad de la Semana Santa permanecerán cerrados desde la 1:30 a las 6:00 del Viernes Santo. Los que se encuentren en las calles Alfonso XIIy la Plaza de Duque habrán de hacerlo a la 1:00, debido a la salida del Silencio desde San Antonio Abad.
Sin ocio nocturno
Tampoco en los enclaves afectados por el plan de seguridad de la Madrugada se permitirá la apertura de negocios dedicados al ocio nocturno, una prohibición que afecta principalmente a los locales situados en la calle Arfe y en sus aledaños, donde en la Madrugada de 2017 se produjo una de las incidencias relacionadas con las estampidas de público que se vivieron aquel año y que tanto recordaron a las de 2000.
Desde entonces comenzaron a aplicarse medidas de seguridad especiales para esta jornada en la que salen las principales devociones de la ciudad, con cofradías que cuentan con un numeroso cortejo penitencial. Este control desembocó en la prohibición de vender alcohol en bares y puestos ambulantes durante esas horas, un veto que se ha denominado ley seca y que ha demostrado su eficacia las últimas Madrugadas con cofradías en la calle.
Una polémica electoral
Tal limitación se ha prestado al enfrentamiento político en un año de elecciones municipales. El candidato popular, José Luis Sanz, prometió la semana pasada que derogaría la ley seca si el 28 de mayo logra la Alcaldía. Argumentó para ello que el problema de esta noche se encuentra en las botellonas que aún se siguen organizando y para las que exigió mayor control policial.
Otra de las críticas de los ciudadanos ha sido la falta de aseos públicos en esta jornada, lo que provocaba –además de las molestias– que muchas calles olieran a orín la mañana del Viernes Santo. Ante tal déficit, la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores aumentará en 30 el número de WC, que colocará en zonas cercanas a la carrera oficial. Estos sevicios se mantendrán abiertos toda la Madrugada, debido al cierre de los bares a la 1:30.
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