Las lágrimas que San Pedro derrama cada verano en Sevilla desde la Giralda

Hay tradiciones que se perdieron en la memoria de los siglos y que vuelven con fuerza. Sevilla recuperó hace unos 30 años las lágrimas de San Pedro, los toques de clarines anuncian la fiesta de San Pedro y San Pablo. Un año más, como es tradición, la noche del 28 y la mañana del 29 de junio volvieron a sonar los toques de seis clarines de la Banda de Ntra. Sra. del Sol desde la Giralda, interpretando las ‘Lágrimas de San Pedro’, una composición creada en el siglo XV.

Este peculiar homenaje a los santos fue rescatada en 1986 tras años sin escucharse y los sones hacen referencia al arrepentimiento de San Pedro tras negar a Jesús la noche de Pascua. Los clarines tocan tres veces la melodía en cada cara de la Giralda, representando las tres veces que el apóstol Pedro negó al Señor.

Antes de los toques, los alabarderos, dos tambores y seis clarines desfilan por las gradas de la catedral bajo las miradas curiosas de los turistas, que se preguntan quiénes son los que desfilan con esos raros cascos.

Una vez dentro del templo catedralicio, los músicos, con los cascos en las manos caminan hacia la Capilla Real para rendir homenaje a la Virgen de los Reyes antes de subir a la Giralda. Los clarines suenan tras las campanas de la Giralda y tocan tres veces la misma melodía en cada punto cardinal, recordando las veces que Pedro negó a Jesús. Son los lamentos de Pedro tras negar a Jesús convertidos en toque de corneta. Todo tiene una explicación histórica. Esta vez los toques vienen del siglo XV cuando el infante Don Fernando regresaba de la conquista de Antequera , hicieron toques de regocijos, repiques y luminarias en la noche de San Pedro.

La fiesta era tan importante que además de la música desde la Giralda, había fuegos artificiales. Esta tradición se interrumpió de 1839 a 1865 reanudándose a partir de entonces y sin interrupción hasta 1961. En 1986 volvió a interpretarse esta tradición por parte de la banda del Sol.