De Sevilla a Carmona: las joyas patrimoniales que se podrán ver en la Magna Mariana
Participan imágenes de incontestable valor artístico de diferentes épocas y estilos
La ciudad atesora varios conjuntos que en su día procesionaron por Sevilla
Guía completa de la Magna Mariana de Carmona
Faltan escasas veinticuatro horas para uno de los eventos cofradieros del año en nuestra provincia: la Magna Mariana de Carmona, ciudad que vivirá una jornada histórica. En las calles y en los templos se respira el ambiente de un acontecimiento de excepción que difícilmente se repetirá a medio plazo. Y los cofrades lo saben: las previsiones hoteleras se desbordaron y todos los alojamientos están completos, incluidas las habitaciones en conventos.
En el lucero de Europa desembarcarán miles de personas procedentes de distintos puntos de la región: Jerez, Málaga, Cádiz, Huelva… Nadie quiere perderse una de las Semanas Santas más ricas de Andalucía, porque verdaderamente en el lapso de una hora -tiempo estimado de duración del cortejo en el recorrido oficial- estarán condensados quinientos años de historia. Porque, aunque no participen imágenes cristíferas, buena parte del patrimonio local lo asumen las titulares participantes.
Especial interés y énfasis debiera despertar esta Magna en los cofrades sevillanos, que contarán con la oportunidad de regresar décadas e incluso siglos atrás en el tiempo. Porque este próximo sábado en Carmona nos introduciremos en una cápsula temporal y disfrutaremos de joyas patrimoniales que, en su tiempo, procesionaron por las calles de Sevilla.
Por ejemplo, la Virgen de la Soledad ocupará en solitario el soberbio paso decimonónico que, en su día y durante varias décadas, acogió al Nazareno de la O. Estas andas procesionales fueron realizadas en 1846, si bien se ampliaron y transformaron a finales del XIX. Aunque su diseño era -y es- elegantísimo, el paso presentaba un mal estado de conservación, lo que motivó la venta del mismo en 1977 a la hermandad que hoy día lo conserva. Cuenta hermanos antiguos de la O que incluso varios costaleros fueron a despedirse por última vez el día que lo llevaron a Carmona. Se sabe que con anterioridad la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno salía en procesión sobre la canastilla que realizara Miguel Franco en 1685 y a la que se añadieron seis cartelas con relieves de Pedro Roldán que se conservan hoy en la citada hermandad carmonense, pues pasaron al paso estrenado en 1846, y cuatro ángeles pasionarios que hoy han desaparecido.
En el ámbito del bordado nos detendremos, especialmente, en el conjunto de la Virgen de la Paciencia, una advocación que solo se encuentra en esta localidad sevillana y en Oropesa del Mar. La imagen, de Francisco Buiza que sustituyó a la primitiva de Montes de Oca, procesiona luciendo un extraordinario manto fechado en 1902, diseñado por José Muñiz y ejecutado por Josefa Antúnez. Perteneció a la Virgen de la Presentación del Calvario, si bien fue posteriormente pasó a la cofradía de Jesús Nazareno de Lora del Río para recalar en la cofradía de Santiago. Misma suerte corrieron las maravillosas bambalinas, obra de Rodríguez Ojeda en 1899 también para la corporación de la Madrugada. Aunque el conjunto fue estrechado por la hermandad loreña para adaptarlo al espacio de la puerta, se conserva su diseño original intacto. Una auténtica barbaridad.
Podríamos detenernos, también, en el manto de la Virgen de los Dolores de San Bartolomé, de la cofradía de Nuestro Padre. La pieza es obra de Emilia Salvador, fechada en 1891 y que formó parte del ajuar de la Esperanza de Triana. Ya hay testimonios gráficos de la Virgen portando este manto en San Jacinto, entre 1892 y 1898, aunque no lo estrenó en su salida procesional. Se vendió en 1919 a la cofradía carmonense, que recientemente ha confiado a CYRTA las labores de restauración de esta obra exquisita que disfrutaremos in situ. Además, la Virgen de los Dolores lucirá, a modo de saya, la túnica de Nuestro Padre, datada en 1733 y con la firma de Vicente Torres.
Por último, mencionaremos las singularísimas bambalinas y techo de palio de la Virgen de las Angustias, titular de la cofradía de la Quinta Angustia. Este conjunto fue diseñado por José del Olmo Hurtado, y bordado por las Hermanas Religiosas Adoratrices entre 1928 y 1929. La técnica es hilo de oro sobre malla y el techo cuenta con aplicaciones en metal dorado.
Son tan solo algunos de los atractivos para que ustedes decidan, si persisten las dudas, acercarse a Carmona este sábado. Merecerá la pena.
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