La joya del convento de Santa María de Jesús que ha recobrado todo su esplendor

Un Crucificado de escuela mexicana que ha recobrado todo su esplendor. Antonio Díaz Arnido y Manuel Antonio Ruiz-Berdejo Cansino, licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, especialistas en Restauración- Conservación de Obras de Arte, han desarrollado una delicada intervención sobre un Cristo Crucificado de finales del XVI expuesto al culto en el coro alto de la clausura del Convento de Santa María de Jesús, de Sevilla. La imagen, realizada en pasta vegetal, se encontraba en un estado de conservación muy deficiente. La intervención se ha desarrollado durante los últimos cuatro meses.

Las religiosas clarisas del convento de Santa María de Jesús contactaron con los restauradores el pasado mes de agosto para evaluar el estado de conservación de una de las grandes joyas que conservan en su clausura. En concreto, este Crucificado de tamaño natural (311 x 223 x 54 cm. incluida la cruz) es una obra de estilo manierista de la escuela mexicana realizada en pasta de caña de maíz encolada, estucada, policromada, dorada y estofada (imagen de Cristo); madera dorada y policromada (cruz); y madera policromada (cráneo de Adán que reposa a los pies).

El Cristo presentaba un estado de conservación muy malo. Las patologías que se observaban en la talle eran las siguientes:

• Suciedad superficial.
• Presencia generalizada de barniz resinoso por toda la superficie, en avanzado estado de oxidación.
• Repintes oleosos.
• Pérdida de soporte.
• Pérdida puntual de película pictórica.

• Perforaciones (puntual).
• Ataques de insectos xilófagos (puntual).
• Falta de adhesión entre estratos pictóricos.
• Incorrecto sistema de anclaje a la Cruz.
• Incorrecto sistema de sujeción de los atributos de orfebrería.

En vista de los problemas que presentaba la obra, se elabora una Propuesta de Intervención que tiene en cuenta los criterios generales de Intervención para Restauración- Conservación de Obras de Arte (máximo respeto al original; compatibilidad de materiales; mínima intervención; y reversibilidad), así como los específicos para escultura, en este caso Imágenes expuestas al culto. Con el criterio claro se opta por la metodología adecuada a dicho criterio.

El proceso de intervención ha constado de las siguientes fases y trabajos:

• Examen organoléptico de la obra.
• Documentación gráfica de todo el proceso.
• Traslado de la obra al estudio- taller provisional, habilitado a tal efecto en las propias dependencias conventuales..
• Fijación preventiva.
• Eliminación de suciedad superficial.
• Desmontaje de la imagen de la Cruz, y tratamientos por separado.
• Fijación definitiva.
• Consolidación del soporte.
• Desinsección.
• Pruebas de solubilidad.
• Tests de limpieza. Se elaboraron catas de limpieza en zonas estratégicas de la obra.

• Limpieza química y mecánica.
• Eliminación de repintes.
• Restitución volumétrica del soporte.
• Asentado del color.
• Elaboración de nuevo sistema de sujeción reversible de los atributos (potencias).
• Elaboración de nuevo sistema de anclaje de la imagen a la Cruz, así como del Cráneo de Adán a la Cruz.
• Estucado (y enrasado del mismo).
• Reintegración cromática.

• Protección final.
• Ajuste de brillos.
• Traslado de la obra a su ubicación original y definitiva.
• Elaboración de la Memoria Final Explicativa del Proceso de Intervención.
• Difusión del Proyecto