Una jornada para la historia

Una cita para la historia. Esta frase que con tanta insistencia repiten los cofrades para acontecimientos anodinos, sí cobrará este domingo de la Inmaculada su verdadero significado. Y es que no se recuerda una procesión en la que hayan participado imágenes de tanta devoción como las ocho que recorrerán esta tarde las calles de la ciudad: La Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla y su Archidiócesis, el Señor del Gran Poder, la Virgen de Setefilla, patrona de Lora del Río, la Virgen de Valme, protectora de Dos Hermanas, la Virgen de Consolación, patrona de Utrera; el Cristo de la Expiración, el popular Cachorro de Triana; la Esperanza de Triana y la Esperanza Macarena, Rosa de Oro de la Cristiandad por concesión del Papa Francisco. Esta procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular reunirá a centenares de miles de devotos en torno al recorrido común en el que se han instalado más de 21.000 sillas. Además, por contra de lo que sucedió en el último Santo Entierro Grande, el público que no tenga la suerte de contar con un asiento sí podrá ver el cortejo al completo durante el itinerario. Eso sí, el aforo estará limitado por motivos de seguridad. Finalizada la procesión, será el momento de acompañar a las imágenes en su regreso a sus templos.

El Señor del Gran Poder será la últimas de las imágenes en llegar a la Catedral. Lo hará en torno a las nueve de la mañana. Un par de horas antes lo habrá hecho la Esperanza Macarena. Todos los pasos, salvo el de la Virgen de los Reyes que permanece en el Altar del Jubileo, estarán situados en el Trascoro de la Catedral en una estampa inédita. Desgraciadamente, los fieles no podrán contemplar esta escena, puesto que la Catedral no abrirá por cuestiones logísticas (hay que preparar las andas para la vuelta) y de seguridad.

Un paso cada 20 minutos

La salida del cortejo por la Puerta de los Palos será a las 16:00. La primera en hacerlo será la Virgen de los Reyes, que estrena la tumbilla para la ocasión. La Patrona, que irá acompañada por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, llegará a la Maestranza a las 18:45. Desde allí, donde estarán las autoridades, presidirá el paso del resto de las imágenes. 

Los distintos cortejos saldrán con una diferencia de 20 minutos de la Catedral. Los cortejos estarán formados por 300 hermanos con cirios, que pueden ir, según cada caso, distribuidos en distintos tramos. Como es habitual, los pasos irán precedidos por el cuerpo de acólitos. Salvo el Señor del Gran Poder y Setefilla, todos los pasos llevan acompañamiento musical: tras Valme va la Banda de Música de Dos Hermanas Santa Ana; la Asociación Musical Álvarez Quintero irá tras la Virgen de Consolación; el Cachorro llevará a la Oliva de Salteras hasta el Altozano y la Banda de la Puebla hasta la entrada; tras la Esperanza de Triana irá la Banda de Música de las Cigarreras; y tras la Esperanza Macarena se situará la Sociedad Filarmónica del Carmen de Salteras.

El recorrido oficial lo cerrará la Virgen de la Esperanza Macarena a las 21:35. En ese momento, la Virgen de los Reyes emprenderá el regreso a la Catedral. Lo hará por la calle Antonia Díaz y García de Vinuesa. El Gran Poder y la Macarena buscarán sus sedes canónicas por el entorno de la Magdalena. El Cachorro protagonizará un recorrido muy inusual por las calles San Jacinto, Santa Cecilia o la Ronda de Tejares. La Esperanza de Triana visitará la parroquia de la O. Los regresos de las tres imágenes de la provincia serán apoteósicos. La Virgen de Setefilla se recogerá en la parroquia de San Andrés, a la que llegará por el entorno de la Magdalena y la Campana. Valme lo hará en el Salvador. La vuelta será por Arenal y por calles como Argote de Molina y Francos. Por su parte, Consolación de Utrera se recogerá en la iglesia de Ntra. Sra. de Consolación, popularmente conocida como los Terceros, en la calle Sol. En su camino visitará el convento de las Hermanas de la Cruz.

Tras más de 30 horas, el punto y final a esta procesión magna lo pondrá la Virgen de la Esperanza con su entrada triunfal en la basílica en torno a las cinco de la mañana.