Joaquín Moeckel intercede por la restauración del mausoleo de Joselito el Gallo
El monumento presenta un estado de conservación preocupante y se está a la espera de un primer dictamen
El abogado se ha movilizado para impulsar la colaboración civil con el resto de partes implicadas
Las dos Sevillas frente a frente
Un icono de nuestra ciudad que necesita atención. El mausoleo de Joselito el Gallo, en el cementerio de San Fernando, padece una serie de problemas de conservación. Cumplido ya más de un siglo de la trágica muerte de José en Talavera, este sobrecogedor monumento presenta actualmente un estado preocupante, por lo que el abogado Joaquín Moeckel, al igual que impulsó la movilización por la iglesia del Salvador o las tablas del retablo mayor de Santa Ana, ha decidido interceder para ofrecer un apoyo civil a esta cuestión.
Actualmente, este mausoleo funerario, cuya concesión administrativa ya cumplió los cien años estipulados pero ha contado con la colaboración municipal para sufragar las tasas, contiene una doble vertiente en cuanto a su estado de conservación. Primero, una exterior, con respecto al mármol y al bronce del cortejo fúnebre representado por Benlliure; y por otra, la vertiente interna, ya que tanto el suelo como la propia estructura se hallan en "muy malas condiciones", explica Moeckel a este periódico, quien al tener conocimiento de la cuestión, se pone manos a la obra.
En concreto, Moeckel contacta con los prestigiosos restauradores Carlos Peñuela y María Teresa Béjar, quienes realizan una visita al cementerio e inician un estudio para valorar el estado exterior del monumento. Conforme al estado interior, se contacta con el doctor Francisco Granero Martín, quien a su vez forma parte del equipo del alcaide del Alcázar, para que valore el apartado estructural. A día de hoy, Moeckel está esperando el dictamen de un informe técnico encargado a estos profesionales para conocer, con más alcance y detenimiento, los daños de esta obra de arte.
"El siguiente paso es la colaboración cívica con el poder político. La sociedad civil, por supuesto, no está para suplantar al poder político, ni a la familia ni a los herederos, está para colaborar. Nuestro deseo es que se forme un triángulo: propietarios, poder público y sociedad civil. Y en este último apartado se incluyen, también, fundaciones de carácter filantrópico como Caja Rural del Sur, la Cámara de Comercio, Cajasol o la Real Maestranza".
Aunque la familia sigue siendo propietaria del mausoleo, el equipo de gobierno actual estaría interesado en que los herederos cedieran este monumento al Ayuntamiento para que el propio consistorio se encargase de sufragar su restauración. Por el momento, la movilización civil para colaborar ya se ha iniciado.
El mausoleo
El monumento funerario de José Gómez Ortega, Joselito el Gallo, fue culminado cinco años después de la muerte del diestro aquel 16 de mayo con la aplicación del bronce, aunque los primeros bocetos datan de 1921. En él se representa un cortejo fúnebre al estilo del siglo XV (como la tumba de Philippe Pot que se conserva en el Museo del Louvre) y aparecen representados diferentes artistas, ganaderos y miembros de la sociedad del momento, así como el pueblo gitano. Especialmente emblemática es la figura de la gitana María, esposa de Curro el de la Jeroma, que porta a la Esperanza Macarena entre las manos. También se observan influencias en esta obra de Rodin o el grupo escultórico de los burgueses de Calais, fechados a finales del XIX.
El Ayuntamiento cedió a los hermanos de Joselito esa parcela de 21,98 metros cuadrados donde, a día de hoy, se levanta este monumento que forma parte del imaginario colectivo de una ciudad y que retrató uno de los eventos más multitudinarios que se recuerdan en Sevilla: el sepelio del Rey de los toreros.
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