Los Javieres proyecta la restauración del Cristo de las Almas para después de Semana Santa
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La junta de gobierno propone a Laura Pérez como restauradora
Las actuaciones comenzarían una vez finalizada la estación de penitencia y se extenderían varios meses
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Cita de especial relevancia la que se convoca en la calle Peris Mencheta. Los hermanos de los Javieres se reunirán el próximo jueves, 22 de febrero, en su casa hermandad para celebrar cabildo general de cuentas y general extraordinario, dos asambleas en las que se tratarán diferentes cuestiones relacionadas con la actualidad de la corporación.
Será en el último cabildo cuando los allí presentes aprueben -o denieguen- un asunto de trascendencia notoria: la restauración del Santísimo Cristo de las Almas, su imagen titular, una obra realizada en 1945 por el escultor portugués Pires Azcárraga. La junta de gobierno someterá a votación la intervención de esta imagen, cuyos trabajos que correrían a cargo de la restauradora Laura Pérez Meléndez.
"La imagen se lleva supervisando durante los últimos diez años de manera continua, y ya en 2019 se le realizó una limpieza. Sin embargo, hemos considerado que ya es el momento de acometer esta restauración", apunta el hermano mayor, José Antonio Oliert, a este periódico. "Sabemos que, aunque sea nuestra devoción, la madera de la imagen no es la mejor posible, entonces necesita una actuación. La idea esencial es consolidar los ensambles de la imagen, por lo que será una intervención más profunda. También se acometerá una limpieza de la talla, porque aunque la tonalidad de la madera es en sí oscura, hay capas de suciedad que pueden retirarse. Para ello, el Santísimo Cristo será retirado del culto prácticamente una vez finalice la estación de penitencia, y será directamente trasladado al taller", indica.
Una intervención que, además, ya cuenta con la autorización de Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural. De este modo, la previsión de la junta de gobierno es que el crucificado permanezca retirado del culto varios meses, y que su reposición se fije en torno a los meses de octubre o noviembre.
Por último, en el citado cabildo extraordinario se ratificará la concesión de la medalla de oro de la hermandad al capataz Rafael Díaz Talaverón, una distinción ya aprobada que necesita el respaldo de los hermanos.
Obras en Omnium
La cofradía del Martes Santo afronta también otro asunto que afecta directamente a su vida diaria: las obras de Omnium Sanctorum, su sede canónica. El proyecto de restauración de este templo se paralizó por la pandemia y su reactivación parece cada vez más cercana, por lo que las corporaciones se preparan para marchar a otros templos durante el tiempo que duren estas obras, que en total se estiman en unos tres meses.
Parece ser que Todos los Santos permanecerá en la zona; el Carmen anunció en su día que acudiría a la iglesia de Los Terceros y la hermandad que preside Oliert, por su parte, tiene abiertas las puertas de Santa Marina, dadas las excelentes relaciones que mantienen la Resurrección y los Javieres. Sea como fuere, el traslado de las imágenes a sus sedes provisionales no afectará al Cristo de las Almas, puesto que su estancia en el taller de Pérez Meléndez será superior al "exilio" provisional de la cofradía en la calle San Luis. Aún faltan detalles por perfilar pero previsiblemente se conocerán novedades una vez pase la Semana Santa.
Las obras de restauración en Omnium se dedicarán, esencialmente, a la intervención de las fachadas sur y oeste (arreglo de desconchones y desperfectos), en su apartado exterior, y a la renovación completa de su instalación eléctrica y el saneamiento de las pinturas en cuanto al interior se refiere.
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