La intrahistoria de la singular corona que luce la Encarnación de San Benito

La pieza perteneció en su momento a la Virgen del Subterráneo hasta que la adquiere San Benito a principios de los cuarenta

También la portó en ocasiones la patrona de La Puebla del Río, la Virgen de la Granada

Todas las claves del II Congreso Internacional de Hermandades que se celebrará en Sevilla

La Virgen de la Encarnación y la Virgen de la Granada portaron la misma corona en tiempo
La Virgen de la Encarnación y la Virgen de la Granada portaron la misma corona en tiempo / José Casado // BM La Puebla

Una estampa que nos permite viajar en el tiempo en la Calzá... Y en la provincia. La Virgen de la Encarnación de San Benito ya ha sido vestida de cara al tiempo ordinario de verano por parte de su vestidor, el prolífico Leandro González, luciendo tonalidades que bien podrían recordarnos a épocas inmaculistas. Manto azul, saya blanca, toca de sobremanto de encaje... Y una corona plateada que no ha dejado a nadie indiferente.

Se trata de una ocasión interesante para contemplar a esta dolorosa del Martes Santo con una corona que va camino de cumplir noventa años de historia. La pieza en cuestión fue ejecutada en el año 1938 por López Fontán, prácticamente ocho años después de la reincorporación de la Virgen de la Encarnación al cortejo de la hermandad, institución que recordemos se reorganizó en este popular barrio allá por 1921 tras el punto y final de su secular etapa en Triana.

La Virgen de la Encarnación portando la corona allá por los años cuarenta
La Virgen de la Encarnación portando la corona allá por los años cuarenta

Labrada en metal plateado, la corona perteneció primitivamente a la Virgen del Subterráneo, de la Hermandad de la Sagrada Cena, y fue adquirida por la hermandad de San Benito a principios de la década de los cuarenta. Su canasto se divide en ocho paños centrados por cartelas ovaladas y jarras. Por su parte, y quizás el ornamento más singular, cuenta con ráfaga doble: la orla interna se decora con elementos vegetales entre los que sobresalen cabezas de querubines, apareciendo en el centro una pareja de ángeles mancebos que soportan una cartela con el monograma de María. "La orla exterior, contorneada por rocalla, se decora con querubines que portan filacterias y con tondos en los que se muestran los emblemas de algunos de los templos en los que residió la hermandad de la Cena a lo largo de su historia", se explica en la descripción que ofrece la corporación. 

Sin embargo, esta corona no solo remató las sienes de Subterráneo y Encarnación, sino que hizo lo propio en un enclave especial para la Calzá. La hermandad de San Benito, allá precisamente por los años 40 y 50 del siglo pasado, la cedía a la patrona de La Puebla del Río, Nuestra Señora de la Granada Coronada, para que la portase en sus salidas procesionales tanto de Corpus como en septiembre, una instantánea que aún se recuerda entre los más mayores. 

Un guiño a la historia en blanco y negro que hoy contemplamos a todo color. 

stats