Inaugurada la placa que recordará la antigua cofradía de los Mulatos en San Ildefonso

Dicha placa sirve de homenaje a aquel colectivo étnico que dio origen a la actual cofradía del Calvario

La propia corporación de la Madrugada, a iniciativa de Ignacio Camacho, ha promovido la instalación de esta inscripción

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Momento del descubrimiento de dicha placa
Momento del descubrimiento de dicha placa / Ayuntamiento de Sevilla

Un acto de justicia para con la historia de toda una hermandad y, en concreto, de un colectivo étnico. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha inaugurado en la mañana de este jueves la placa conmemorativa que ya recuerda, para siempre, la primitiva cofradía de Los Mulatos, que sirvió como germen y origen a la corporación que hoy conocemos como la del Calvario. La iniciativa, promovida precisamente por el antiguo hermano mayor Ignacio Camacho, ha quedado hoy materializada en un entrañable acto en el que han participado hermanos y la actual junta de gobierno, encabezada por José María Carnero.

La placa, en concreto, está ubicada en la calle Rodríguez Marín, y cuenta con la siguiente inscripción: "Antigua calle de Los Mulatos. En esta calle, conocida durante más de trescientos años como calle de Los Mulatos, se estableció en 1572 en la antigua parroquia de San Ildefonso una corporación penitencial, integrada por esclavos y libres de dicha etnia, con el título de Presentación de Nuestra Señora. La hermandad del Calvario, heredera de aquella antigua cofradía, acordó colocar esta placa. Sevilla, enero de 2025".

Se trata, por tanto, de un acontecimiento que directamente entronca con uno de los momentos más esplendorosos de la historia de la ciudad: el siglo XVI. En aquel momento, la hoy capital andaluza disfrutaba de un enorme protagonismo económico y político en el último tercio del XVI, disponiendo además de una importante población de mulatos, esclavos y libres, que se concentraba geográficamente en el barrio de San Ildefonso. Este grupo, sobre el que pesaba la marginación racial, social y económica, como expresión de una auténtica conciencia religiosa y, también, como forma de integración social, de emulación y para desenvolverse como colectivo fundó, en 1571, la Hermandad de la Presentación de Nuestra Señora en el Hospital de Nuestra Señora de Belén. Al tiempo, se trasladó a la parroquia, donde estableció su sede.

Con el derribo, en 1794, del antiguo templo de San Ildefonso desaparece la Hermandad de los Mulatos cuando lo hace la minoría étnica que la fundó. Cuando se inauguró la nueva iglesia, en 1816, se echó en falta la imagen del Crucificado, por lo que el párroco, D. Matías Espinosa, promovió su recuperación, lo que consiguió, después de un enconado pleito, en 1818. Posteriormente, el párroco, para satisfacer la demanda de los feligreses que querían tener completo su altar del Calvario, colocó la dolorosa de la Presentación y San Juan junto al crucificado, que comenzarían a recibir frecuentes cultos. Un movimiento devocional que cristalizó, en 1886, en la reorganización de aquella antigua corporación y que hoy conocemos como la del Calvario.

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