Las imágenes de la Procesión Magna de Sevilla 2024: La Virgen de Valme
Magna
Los orígenes de esta devoción se remontan a la reconquista de la ciudad por Fernando III, en el año 1248
La Virgen de los Reyes
Es una imagen datada en el siglo XIII y es protectora de Dos Hermanas
Hablar de la Virgen de Valme es hablar no solo de una advocación mariana, sino de la historia de toda una ciudad. La protectora de Dos Hermanas participará en la procesión magna de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades, a petición del propio arzobispo, siendo por tanto una de las tres imágenes de la provincia que se trasladarán a la capital para participar de este acontecimiento irrepetible.
Será la cuarta en el orden del recorrido oficial, tras la Virgen de Setefilla y antes de la Virgen de Consolación de Utrera.
Es la inconfundible Virgen de Valme una de las devociones más icónicas de la provincia. La romería de cada tercer domingo de octubre, uno de los eventos principales del calendario nazareno, reúne a miles de personas en el camino al Cortijo de Cuarto, un enclave esencial para comprender la historia cristiana de Sevilla.
Un lugar en la reconquista
La tradición nos dice que en el año 1248, cuando el rey San Fernando se encuentra en plena campaña de reconquista, se encomendó a una imagen de la Virgen que llevaba consigo y pronunciando la siguiente plegaria: "¡Váleme, Señora, que si te dignas hacerlo, en este lugar te labraré una capilla, en la que a tus pies depositaré como ofrenda, el pendón que a los enemigos de España y de nuestra Santa Fe conquiste!".
La tradición añade que, entonces, ordenó al maestre de Santiago, Pelay Pérez Correa, que clavara su espada en el suelo, brotando al momento un manantial, la "Fuente del Rey", que sirvió para calmar la sed de los soldados cristianos en el fragor de la batalla.
Una vez conquistada Sevilla, el monarca cumplió su promesa y construyó una ermita en el lugar mencionado, donde entronizó la imagen a la que había invocado y, a sus pies, el pendón arrebatado a los musulmanes. La ermita se convirtió pronto en lugar de peregrinaje para campesinos y aldeanos de las zonas más cercanas. Ya en 1628 consta la existencia de una hermandad, establecida en la capilla para rendir culto a la imagen.
Auxilio y rogativas
En aquella época la fiesta de la Virgen se celebraba el segundo día de Pascua de Pentecostés y hasta allí se trasladaban vecinos de toda la comarca. Pero la devoción a Santa María de Valme arraigó especialmente en el pueblo de Dos Hermanas, lugar al que pertenecía el Cortijo de Cuarto.
Así, la imagen se llevaba en procesión de rogativas hasta la iglesia para implorar el auxilio divino si ocurría alguna catástrofe o calamidad. Fue en el año 1800, tras la epidemia de fiebre amarilla, cuando la imagen se trasladó a la parroquia de Dos Hermanas.
La novelista Cecilia Böhl de Faber tuvo especial incidencia en la difusión de la ermita, puesto que su obra La familia de Alvareda (1856) se ambientaba en Dos Hermanas. Los Duques de Montpensier, que entonces vivían en Sevilla, leyeron la obra y supieron del estado de abandono tanto de la Ermita de Valme como del pendón ofrecido a la Virgen por San Fernando. Por ello, determinaron restaurar este último y lo restituyeron solemnemente a la iglesia de Dos Hermanas el 1 de mayo de 1857.
En el año 1870 se reorganizó la hermandad y, gracias al impulso de los miembros de esta y del poeta José Lamarque de Novoa, se decidió realizar, anualmente, una romería otoñal a la ermita de la Señora. De esta forma, el 28 de octubre de 1894 tuvo lugar la primera Romería de Valme, en la que la Virgen fue llevada en una carreta de flores hasta su antigua capilla de Cuarto.
Esta fiesta continuó hasta el año 1899 y, tras quince años suspendida, se reanudó en 1916, y actualmente el programa de actos cuenta con cultos preparatorios y otros eventos como la función, el pregón, el quinario, las ofrendas y el besamanos. La Virgen de Valme es Protectora de la ciudad (1897) y Patrona del Ayuntamiento (1965). Además, en 1995, el Consistorio nazareno le concedió la Primera medalla de oro de la ciudad de Dos Hermanas.
Imagen del siglo XIII
En el plano artístico, la imagen corresponde a la iniciación de la Baja Edad Media, y más concretamente al período de transición entre el románico y el gótico. Autorizadas opiniones sitúan su cronología en el segundo tercio del siglo XIII. A mediados del siglo XVII, la talla original fue mutilada para vestirla según la moda barroca, adaptándosele un candelero y unos brazos postizos a fin de poderle colocar manto, saya, rostrillo, corona y joyas.
Es muy posible que a comienzos del siglo XIX, coincidiendo con su venida a Dos Hermanas con motivo de la epidemia de fiebre amarilla, la imagen de la Virgen fuera nuevamente intervenida para ataviarla según los gustos de la época. En 1894, por iniciativa del poeta José Lamarque de Novoa y debido al precario estado de conservación en que se encontraba la talla, la Hermandad decidió restaurarla y restituirla a su estado primitivo.
Los trabajos fueron encomendados al escultor Adolfo López, bajo la dirección del pintor Virgilio Mattoni, que repuso artísticamente las partes que habían sido mutiladas en épocas anteriores. La policromía que actualmente puede observarse fue fruto, también, de esta restauración.
Durante la procesión magna irá acompañada de la banda de música Santa Ana, de Dos Hermanas, e irá bajo el remozado templete que ya estrenó en la procesión extraordinaria de noviembre de 2023 por las calles de Sevilla. Realizará su entrada en la Colegial del Divino Salvador.
La hermandad
El documento más antiguo que menciona la Hermandad de Valme data de 1628 y corresponde a un "Libro de los hermanos que se van admitiendo en la cofradía y hermandad de Ntra. Sra. del Valme, que está en la Capilla del Campo de Quartos".
Se inicia el 6 de agosto de ese año con el ingreso de veinticinco hermanos. El hecho de que en tal fecha ingresaran en la cofradía personas de esa importancia nos sugiere la posibilidad de que esa sea también su fecha fundacional.
Un dato que avalaría esta hipótesis es que solo a partir de 1628 existe documentación correlativa que nos permite reconstruir la historia de la corporación en el siglo XVII. Así, podemos conocer las visitas que la autoridad arzobispal realizó a la ermita y a la Hermandad de Valme durante este siglo
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