Todas las imágenes que componen la procesión Magna de Sevilla 2024
En la procesión participarán un total de ocho pasos con gran calado histórico y devocional
Tres de ellas proceden de la provincia, y el resto, de la capital
Reinaba la expectación y el silencio entre los allí presentes. Fue en octubre de 2023, en una conferencia organizada con motivo de la apertura oficial del curso cofradiero, cuando monseñor José Ángel Saiz se dirigió al público y dijo: "Y ahora os anuncio una noticia".
Quizás una de las más esperadas de los últimos tiempos en clave extraordinaria: las imágenes que participarían en la procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades, evento anunciado hace ya casi dos años y en el que se ha trabajado de manera insistente y continuada.
Así se comunicó que dicho cortejo estaría compuesto por hasta ocho pasos, cada uno en su estilo y su formato, diferentes pero complementarios entre sí.
Se trata de cinco imágenes de la capital y tres de la provincia, lo que ofrecerá estampas absolutamente inéditas y difícilmente repetibles, y que recorrerán un itinerario común en la tarde del día 8 de diciembre, cuando salgan por la Puerta de Palos de la Catedral a las cuatro de la tarde: Plaza Virgen de los Reyes, Plaza del Triunfo, Santo Tomás, Avenida de la Constitución, Puerta de Jerez, Almirante Lobo y Paseo Colón.
Todas ellas de incuestionable fuerza devocional y de un trasfondo histórico esencial para comprender el devenir de la piedad popular en nuestra región e, incluso, más allá de nuestras propias fronteras.
Desde la Virgen de los Reyes hasta la Esperanza Macarena, un tratado religioso que reúne buena parte de las plegarias de tantos y tantos sevillanos y vecinos a través de los tiempos.
Las imágenes
Estas son las ocho tallas que participan en la procesión magna de Sevilla, en orden de paso por el recorrido común:
Nuestra Señora de los Reyes
Anónimo del siglo XIII. Patrona de la Archidiócesis de Sevilla y su ciudad desde junio de 1946. Es una devoción entroncada desde hace siglos en el devocionario y envuelta en leyendas con respecto a sus orígenes.
Estrechamente vinculada al rey San Fernando; de hecho, los restos de este monarca reposan a las plantas de la imagen en la Capilla Real de la Catedral. Sale en procesión cada mañana del 15 de agosto.
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder
Obra de Juan de Mesa y Velasco, fechada en 1620 y bendecida en el antiguo Convento del Valle. Popularmente conocido como el Señor de Sevilla, procesiona cada Madrugada del Viernes Santo.
Recibe culto en la Basílica homónima, ubicada en la Plaza de San Lorenzo. Es una de las cofradías más antiguas de la ciudad, puesto que su fundación se estima en el siglo XV.
María Santísima de Setefilla
Patrona de Lora del Río. Obra de Agustín Sánchez Cid de 1936, que vino a sustituir a la primitiva, destruida en 1936 y que databa del siglo XIV. Sus orígenes se remontan igualmente al siglo XIII, en pleno periodo de reconquista. Su advocación primigenia era de la Encarnación.
La devoción se entronca en la labor colonizadora llevada a cabo por la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén, en la región que los castellanos llamaron Septefilas o Sietefilas. Es venerada en el Santuario que se encuentra a once kilómetros de la localidad.
Cada cinco años es llevada al pueblo, en el que permanece un periodo máximo de dos años, para regresar de nuevo a su ermita.
Nuestra Señora de Valme
Protectora de Dos Hermanas. Devoción esencial para comprender la reconquista de la ciudad en 1248. Tal y como recogen algunos autores, viendo el Santo Rey la dificultad de tomar la capital hispalense y el abatimiento de sus tropas invocó, en el Cerro de Cuartos, a una imagen de la Virgen que llevaba consigo: "¡Váleme, Señora, que si te dignas hacerlo, en este lugar te labraré una capilla!".
Una vez conquistada Sevilla, el monarca cumplió su promesa y construyó una ermita en el lugar mencionado. La imagen, datada en el siglo XIII, protagoniza una de las romerías más multitudinarias de la provincia cada tercer domingo de octubre.
Nuestra Señora de Consolación
Patrona y alcaldesa perpetua de Utrera. Protagonizaba desde la antigüedad la romería más importante de todo el país. Es una talla pequeña de virgen sedente de estilo tardobizantino que se remonta a finales del siglo XIV, aunque se modificó su apariencia externa posteriormente para adaptarla a los gustos del barroco imperante en la baja Andalucía.
Es una devoción a la Virgen que incluso cruzó el océano y se convirtió en una de las advocaciones más conocidas del continente americano. Su día es el 8 de septiembre.
Santísimo Cristo de la Expiración
Una de las obras cumbres de la imaginería barroca española, fue realizada por el utrerano Ruiz Gijón en 1682. Recibe culto en la Basílica homónima, ubicada en la trianera calle Castilla, donde primitivamente estuvo la ermita del Patrocinio. Es titular de la hermandad del Cachorro, que hunde sus raíces en los siglos XVI y XVII y procesiona en la tarde del Viernes Santo. Se trata de una de las imágenes cristíferas con más devoción de la ciudad.
Participará, el próximo mes de mayo, en la procesión del Jubileo de las Cofradías de Roma, otro hito histórico sin precedentes en la historia de las hermandades sevillanas.
Nuestra Señora de la Esperanza de Triana
Pilar devocional mariano de la ciudad de Sevilla, la Esperanza de Triana es emblema propio de la Semana Santa y su devoción traspasa fronteras. Recibe culto en la Capilla de los Marineros, en la calle Pureza de Triana, y es titular de la cofradía homónima, cuyos orígenes se remontan a 1418.
Procesiona en la Madrugada del Viernes Santo junto al Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Los orígenes de la talla se remontan al siglo XVIII, con diferentes modificaciones posteriores por diversos motivos.
María Santísima de la Esperanza Macarena
Icono y referencia mariana de la ciudad, es otro de los máximos exponentes de la religiosidad hispalense desde hace siglos. Datada en el siglo XVII y de autor anónimo, la Macarena recibe culto en la Basílica ubicada en su barrio y del que toma su propia advocación.
La cofradía fue fundada por el gremio de los hortelanos y trabajadores de labriega en 1595. Procesiona en la Madrugada del Viernes Santo y su particular iconografía ha sido emulada en diversas partes del orbe católico.
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