Estos son los horarios para visitar a la Esperanza de Triana ya restaurada
Reposición al culto
La dolorosa podrá ser contemplada en el suelo del presbiterio hasta el martes
El 1 de noviembre se celebrará una misa de acción de gracias por el regreso
La Esperanza de Triana sitúa su origen en el siglo XVIII
La Esperanza de Triana ha amanecido este sábado en la Capilla de los Marineros. Lo ha hecho tras la restauración conservativa a la que ha sido sometida durante cuatro meses por Pedro Manzano, una intervención que sitúa su hechura primitiva en el siglo XVIII.
Para este reencuentro con sus fieles, la hermandad ha establecido un horario especial de visitas en la Capilla de los Marineros. De esta forma, la sagrada imagen podrá contemplarse este sábado y domingo de 10:00 a 21:00. El lunes 31 de octubre, el templo permanecerá abierto de 10:00 a 13:30 y de 17:30 a 21:00. El martes 1 de noviembre, la apertura será de 10:00 a 19:00.
Esta última jornada, solemnidad de Todos los Santos, a las 13:00 y con carácter de acción de gracias por la reposición al culto de la Esperanza de Triana, se celebrará misa conmemorativa por el LXXII aniversario de la declaración del dogma asuncionista. Ocupará la sagrada cátedra Teodoro León Muñoz, deán de la Catedral y presidente del Cabildo y vicario general de la Archidiócesis de Sevilla. Durante la celebración litúrgica intervendrá musicalmente el coro de capilla San Pedro Nolasco, de la localidad de Jerez de la Frontera.
Para esta ocasión tan especial, la dolorosa se sitúa en el suelo del presbiterio de la Capilla de los Marineros. Luce saya blanca bordada por las Hermanas Martín Cruz y manto morado, conocido como el del Ave María, que fue estrenado en vísperas de su coronación canónica y que se enriqueció la pasada cuaresma. Porta la corona de oro de 1984.
Visitantes y foráneos podrán contemplar, de cerca, los resultados de esta restauración que, además de contribuir a la conservación del icono sagrado, ha tenido un carácter científico, al aportar información interesante sobre su origen, que ahora -con datos objetivos- se sitúa en el siglo XVIII, antes de la principal atribución que se había barajado hasta ahora.
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