Los hermanos de San Esteban respaldan la salida extraordinaria del Señor para 2026
A continuación será Palacio quien ratifique esta propuesta
De celebrarse, tendría lugar a finales de noviembre del próximo año
Los Panaderos suspende los cabildos de cuentas y salida previstos para este martes

Un paso más de cara a un año que se augura especial por la Puerta de Carmona. Los hermanos de San Esteban aprobaron por unanimidad la celebración de la Función de Cristo Rey en la Catedral de Sevilla el próximo 2026, lo que conllevará una salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje. Así se acordó en cabildo general extraordinario celebrado el pasado viernes, 14 de febrero, en el que se respaldó la propuesta de la junta de gobierno.
De esta manera, será la autoridad eclesiástica quien termine de refrendar y respaldar, definitivamente, esta iniciativa. De ser así, la soberbia imagen será trasladada al templo mayor hispalense para presidir esta función, prevista por tanto para el domingo 22 de noviembre y coincidiendo precisamente con el centenario fundacional de la corporación, a celebrar en 2026. De hecho, las Normas Diocesanas sí permiten la celebración de procesiones extraordinarias por este motivo. La corporación del Martes Santo recoge en su Regla 108 la celebración anual de una misa solemne en honor a Cristo Rey en la iglesia de San Esteban.
La hermandad de San Esteban se fundó el día 9 de mayo de 1926 cuando así lo acordaron las treinta y dos personas que se reunieron en la sacristía de la parroquia de San Bartolomé bajo la dirección de nuestro hermano y entonces coadjutor de dicha parroquia, el siervo de Dios D. Rafael Galán Escalante. La finalidad de su fundación fue dar culto público a una antigua imagen de terracota que desde dos siglos atrás, al menos, se veneraba en una capilla situada en la cabecera de la nave de la epístola de la iglesia de San Esteban. Esta capilla poseía una ventana a la calle y, a través de ella, los caminantes y viajeros que salían de la ciudad por la cercana Puerta de Carmona se encomendaban al que era conocido, popularmente, como el Señor de la Ventana para que les concediera salud y un buen viaje.
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