Los hermanos de la Estrella aprueban la reforma de la capilla

Cofradías

Las obras comenzarán tras la Semana Santa de 2019 y durarán 10 meses.

Las imágenes se trasladarán durante ese tiempo a Santa Ana.

Recreación de cómo quedará la Capilla de la Estrella
Recreación de cómo quedará la Capilla de la Estrella / M. G.

El cabildo de hermanos de la Estrella aprobó en la noche de ayer el proyecto de reforma y ampliación de la capilla y la casa de hermandad. Al multitudinario encuentro, celebrado en el salón de actos del colegio de los Padres Blancos, acudieron casi 500 hermanos. De los 472 votos emitidos, 330 se pronunciaron a favor; 134 en contra y seis en blanco. La intención de la corporación del Domingo de Ramos es iniciar las obras justo tras la Semana Santa del próximo año. La reforma durará unos diez meses, por lo que la procesión de 2020 se celebraría normalmente. Durante el tiempo de obras las imágenes recibirán culto en la Parroquia de Santa Ana, aunque la hermandad no descarta que puedan trasladarse a San Jacinto, templo que fue sede canónica de la hermandad. El coste de la intervención asciende a 800.000 euros. El proyecto ha sido desarrollado por Lacooperativa arquitectos.

Una de las salas expositivas de la casa de hermandad.
Una de las salas expositivas de la casa de hermandad. / M. G.

La obra en la capilla de la Estrella permitirá aumentar su superficie en un 40%, para alcanzar un aforo de más de 250 personas. El objetivo principal de la reforma del templo es ganar amplitud. Para ello se contempla la apertura de una nueva nave paralela a la actual. Mediante una viga de gran canto estructural, que servirá de cimbra de los arcos existentes, se liberará metros en planta baja, conformando un espacio común, visual y funcionalmente. El centro litúrgico de la capilla lo ocupará el Lignum Crucis cuyo relicario irá inserto en una pintura mural que ha proyectado el pintor malagueño Raúl Berzosa. La propuesta de intervención en el templo se completa con sendos camarines protegidos para las imágenes, un columbario a los pies del Cristo de las Penas y la creación de un coro a los pies de la nueva nave sobre el que se ubicarían los confesionarios.

En cuanto a la casa de hermandad, se creará una especie de “atrio” de recepción a los hermanos. Contará con un ascensor de alta capacidad y escalera volada. Se contempla este espacio como un lugar de exposición permanente de determinadas piezas textiles de gran valor que posee la hermandad. Gracias a este ascensor, todas las plantas, incluidas las cubiertas, serán accesibles para personas con movilidad reducida.

En la planta primera se ubicarán los espacios destinados a la administración de la hermandad, así como el salón de actos con capacidad máxima para 160 personas. Para resolver el problema de la ventilación e iluminación de los despachos interiores se han abierto patios hasta este nivel, que serán accesibles desde dichas dependencias. El salón de actos se plantea como un espacio multiusos que gracias a la modulación mediante tabiquería móvil permitirá disponer de diferentes espacios. La separación de este salón del resto de la planta se realiza mediante vitrinas de doble cara, donde podrá apreciarse el patrimonio de la cofradía.

En la planta segunda se distribuyen los espacios destinados a priostía, sala de costuras, almacenaje y bar. Se proyecta una terraza que permitirá a la hermandad desarrollar muchas de sus actividades al aire libre, aprovechando las buenas condiciones de la ciudad. Finalmente se plantea una cubierta transitable con mayor capacidad que la terraza de la segunda planta en la que también podrán desarrollarse actividades al aire libre y que será plenamente accesible.

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