El hermano Pablo, fray Carlos y el recuerdo de la coronación de la Virgen de la Palma

Su nombre es Pablo Noguera Aledo, pero en esta ciudad se le conoce y se le quiere como el hermano Pablo. Murciano de nacimiento, prácticamente buena parte de su vida se vertebra y gira en torno a Sevilla, a la que sirvió siempre junto al que él consideraba como un "padre": fray Carlos Amigo Vallejo. Fue su secretario personal durante décadas y conoció de primera mano el funcionamiento de la Iglesia hispalense y todas sus diferentes comunidades y agrupaciones.

Entre ellas, por supuesto, las hermandades y cofradías, despertando en él una profunda devoción una en concreto: el Buen Fin, que casaba a la perfección con su condición de hermano de la congregación de franciscanos de la Cruz Blanca. Precisamente, la corporación del Miércoles Santo, que ha inaugurado recientemente un espacio de entrevistas y charlas en su canal de YouTube -herramienta eficaz para potenciar la comunicación con los hermanos- ha compartido una conversación con el hermano Pablo, hermano también de nómina de la cofradía.

Todo ello en el marco del aniversario de la coronación canónica de la dolorosa titular, Nuestra Señora de la Palma, acto que tuvo lugar aquel inolvidable 8 de octubre de 2005. "Don Carlos se sentía muy querido por Sevilla desde que estaba en Tánger y sabía que la hermandad del Buen Fin estaba trabajando muy bien, recibía muchos parabienes y era una hermandad modelo socialmente, en clave de atención a niños y el bien que les estaba haciendo. Todo ello le animó a llevar a feliz término el expediente de coronación", indica el hermano Pablo, que recuerda además cómo fue aquella ceremonia.

"Fue una celebración muy entrañable a la vez que sencilla, como hermandad franciscana que es, pero con elegancia propia. Luego adornada con estos niños que eran la joya mayor de la corona de la Virgen. Estaba muy contento y emocionado durante el acto", abunda en la entrevista. Igualmente, ha señalado que que los aniversarios "significan recordar, pasar por el corazón. Es una película que de nuevo pasa y nos debe servir para sacar todo lo bueno que en aquel momento aprendimos y mejorar las cosas, para que podamos seguir trabajando con fuerza en tantos temas. También significa renovar el compromiso de nuestras promesas con la Iglesia".

A este respecto lanza una reflexión interesante: "Una hermandad no es una institución aparte, no es otra cosa, es una asociación de Iglesia que debe sentir y vivir como tal, y debe también actualizarse con las nuevas disposiciones eclesiásticas, con los documentos que el Santo Padre nos provee". Puedes ver la entrevista completa en este enlace.