Las hermandades de Triana apoyan la tala del ficus de San Jacinto
Han respaldado la decisión del párroco junto a otras entidades del barrio
Las hermandades de penitencia y gloria de Triana forman parte de las 33 entidades del barrio que han apoyado la tala del ficus, ubicado en el atrio de la iglesia parroquial de San Jacinto. El Cachorro, San Gonzalo, la Esperanza de Triana, la Estrella, Pasión y Muerte, las Cigarreras, la O, la Divina Pastora, el Rocío, el Carmen de Santa Ana y Madre de Dios del Rosario, son las cofradías pertenecientes al Distrito Triana - Los Remedios que han respaldado la decisión de fray Javier Rodríguez, párroco de este templo, quien ha solicitado al Ayuntamiento permiso para el apeo del árbol.
Los hermanos mayores han recibido un documento procedente de la comunidad parroquial de San Jacinto, a través de un grupo de WhatsApp, mediante el cual se les informa de los motivos por los que se solicita la tala del ficus, al mismo tiempo que se les pide apoyo en la toma de esta decisión. No existe ningún documento firmado por estas corporaciones, tan sólo el visto bueno de los máximos representantes de estas hermandades. De la misma forma se han adherido otras instituciones del viejo arrabal.
La Hermandad de Madre de Dios del Rosario, cuyo hermano mayor es el capataz del Cristo de las Penas de la Estrella, Manuel Vizcaya, ha sido la única en emitir un comunicado, compartiendo la decisión tomada por el párroco "que consideramos basada en criterios técnicos y que velan por la seguridad de las personas y la integridad patrimonial del templo". Las hermandades de la Estrella, el Rocío y el Carmen de Santa Ana se han limitado a retuitear el comunicado difundido por el consejo parroquial de San Jacinto, en el que se califica de "cáncer" al ficus "aunque algunos sigan pensando que es como un bonsái que podemos manejar a nuestro antojo con el cuidado necesario".
Este ficus fue sembrado en 1913, unos 200 años después de la erección de este templo declarado BIC en octubre de 1990. Según el estudio realizado por el arquitecto Miguel Ángel López, en julio de 2021, el crecimiento del árbol estaría comprometiendo la estabilidad su fachada principal, además de existir riesgo de caída de ramas sobre los viandantes, como ya ocurriese en marzo del pasado año. Su tala fue autorizada por el Ayuntamiento, a través de la Gerencia Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente, aunque ha sido paralizada por un auto judicial cuando del árbol sólo queda el tronco y las raíces.
Pese a estos supuestos peligros la iglesia de San Jacinto ha permanecido abierta, acogiendo este mismo año los cultos de las hermandades de la Estrella y el Rocío. Las imágenes de María Santísima de la Estrella, Nuestro Padre Jesús de las Penas y el Simpecado de la Virgen del Rocío han pasado recientemente bajo inmensa sombra del ficus, acompañadas por centenares de hermanos y devotos. Ambas hermandades han recuperado la celebración de sus cultos en este templo tras más de cuatro décadas de distanciamiento con la orden dominica.
La Hermandad de la Estrella regresó en 2019 a la que fuera su casa hasta 1976, durante los meses que duraron las obras de ampliación y reforma en su capilla de la calle San Jacinto. Estas circunstancias, sumadas a la constante colaboración de la cofradía con las necesidades de la comunidad parroquial, favorecieron la reapertura del templo a las cofradías, empezando por la del Domingo de Ramos. Ocuparon sus antiguos altares y presidieron el altar mayor durante los cultos cuaresmales. Su estancia dejó huella en la orden dominica y supuso también un impulso para la conservación del templo.
La pandemia evitó que la cofradía saliese el Domingo de Ramos de 2020 desde la iglesia de San Jacinto. Tampoco pudo ser en 2021. Hubiese supuesto la recuperación de una estampa desaparecida de la Semana Santa sevillana, por supuesto con la presencia del ficus. Y es que este enorme árbol ha formado parte del paisaje del Triana desde hace más de cien años y, en consecuencia, del discurrir de las hermandades por este enclave.
San Gonzalo pasa dos veces por San Jacinto, en la tarde y noche del Lunes Santo; antes lo hace Pasión y Muerte, el Viernes de Dolores; también la Esperanza de Triana, en la mañana del Viernes Santo. Afortunadamente nunca se han producido caídas de ramas en ninguno de estos momentos, ni durante los días cultos de otras cofradías del barrio: la Estrella y el Rocío. Ahora los daños estructurales del edificio se suman a esta cuestión. El futuro del ficus sigue siendo una incógnita.
También te puede interesar