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La Hermandad de los Javieres y la Compañía de Jesús ya negocian la cesión de la iglesia del Sagrado Corazón

La marcha de la delegación de Pastoral Juvenil había avivado el anhelo de la corporación de regresar a su sede fundacional

Los Javieres, una vuelta al origen

La puerta de la iglesia situada en la calle Jesús del Gran Poder. / Juan Carlos Muñoz

Un anhelo mucho más cerca de hacerse realidad. La Hermandad de los Javieres y la Compañía de Jesús ya están negociando la cesión de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Jesús del Gran Poder; y la capilla anexa de los Luises, una joya de Aníbal Gónzalez con entrada por la calle Trajano. Esta negociación abierta culminaría con el traslado de la corporación del Martes Santo desde el templo de Omnium Sanctorum a la que fuera su sede fundacional.

La corporación cuyo hermano mayor es José Antonio Oliert ha confirmado las negociaciones a través de un escueto comunicado colgado en sus redes sociales y fechado este lunes 11 de noviembre. Hay que recordar que la hermandad se encuentra actualmente en el templo de Santa Marina por las obras de Omnium Sanctorum. Si las negociaciones se cierran con rapidez se podría dar la circunstancia de que no regresen a Omnium Sanctorum, sino que se trasladen directamente antes de la Semana Santa a la que sería su nueva sede.

La marcha de la delegación de Pastoral Juvenil desde la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Jesús del Gran Poder, a la antigua iglesia del convento de Santa Clara avivó hace unos meses la posibilidad de que la Hermandad de los Javieres se trasladara a la que fuera su sede fundacional. La respuesta del arzobispo, monseñor Saiz, a una pregunta a este respecto formulada por este periódico en la pasada cuaresma, encendió los rescoldos para que, más pronto que tarde, la cofradía del Martes Santo pueda llenar de vida el templo que dejaron huérfanos los jesuitas tras su marcha.

Una hermandad fundada en 1945

El Cristo de las Almas saliendo de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. / M. G.

El origen de la Hermandad de los Javieres se remonta al año 1945 en el seno de la Compañía de Jesús, que tenía su sede junto a su casa profesa, en la iglesia del Sagrado Corazón, en la calle Jesús del Gran Poder. Como explica la web de la corporación, "la orden de San Ignacio dentro de su acción pastoral, para conseguir la atracción, formación y perfeccionamiento de los jóvenes, tenía establecidas por entonces en Sevilla, sobre 1940, tres congregaciones mariana: Los luises, integrada por estudiantes adultos; Los Kostkas o Estanislaos, reunían a niños y adolescentes; y Los Javieres que aglutinaba trabajadores más o menos jóvenes".

El altar mayor de la antigua iglesia de los jesuitas. / Juan Carlos Muñoz

Es en ese año de 1945 cuando se encargan las imágenes titulares. El acuerdo de la fundación de la hermandad se plasmo sobre 1946 y desde entonces se consideró un hecho consumado. Las primeras reglas de la corporación fueron aprobadas por el cardenal Bueno Monreal el 21 de junio de 1955, acordándose el día de la salida el Martes Santo, por coincidir con el nacimiento de San Francisco Javier, 7 de abril de 1506, que era Martes Santo. Realizó su primera estación de penitencia el 16 de abril de 1957, sólo con el paso de Cristo.

La hermandad se trasladó a su actual sede, la parroquia de Ómnium Sanctorum de la calle Feria, en la cuaresma de 1977. Allí reside en la capilla de los Cervantes. Un espacio en el que se fundó la Hermandad del Silencio.

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