La gran lona que ya cubre los trabajos de restauración del azulejo del Cristo del Amor

Todo marcha según lo previsto en la hermandad del Amor. La corporación del Domingo de Ramos avanza en las tareas de restauración del retablo cerámico de su titular ubicado en la calle Villegas, el más grande que representa una imagen de la Semana Santa sevillana. Tal y como se informó en su momento, una gran lona con una reproducción del citado retablo ya cubre el andamiaje instalado con motivo de esta intervención, que se prolongará hasta el mes de septiembre.

En concreto, las proporciones de la lona son de 5,25 metros de alto por 6,40 de ancho. La corporación también ha dispuesto, justo al lado de esta reproducción, otro panel con contenido explicativo acerca de esta restauración, que será sufragada en un 80% gracias a la convocatoria autonómica de Subvenciones para la conservación-restauración e inventario de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en nuestra comunidad.

Esta restauración en concreto consistirá, principalmente, en una intervención de conservación y restauración integral sobre el retablo, tanto sobre el soporte como de los estratos pictóricos. Los tratamientos se iniciarán con la limpieza química y mecánica de depósitos superficiales, suciedad y polvo adherido, restos de hollín y humo de las velas y los barnices oxidados. Continuarán con la desinsectación de los soportes lignarios, la reconstrucción volumétrica y el estucado de todas las piezas faltantes y su reintegración cromática, culminando con la aplicación de una capa de protección final.

El equipo que intervendrá sobre el retablo estará conformado por los conservadores-restauradores María Teresa Béjar Rodríguez, Rocío Remedios Durán Molina, Ana Marín López, José Carlos Córdoba González y Estela del Alba Villarreal Pérez; además de la historiadora del arte Pilar Prados Gómez y el fotógrafo especializado en obra artística Daniel Salvador Almeida.

Esta intervención servirá para poner en valor este azulejo fechado en 1930 y realizado por el pintor ceramista Enrique Mármol Rodrigo en colaboración con Manuel Cañas. Instalado en la fachada de la iglesia de la calle Villegas esquina con la plaza del Salvador, esta obra –con unas dimensiones de 3,75 de ancho por 4,80 metros de alto- se bendijo el 18 de noviembre de 1930, sólo ocho años después de la llegada de la Hermandad a la Iglesia del Divino Salvador.