El frío tampoco quiere perderse la procesión magna de Sevilla

El termómetro se desplomará a partir del domingo 8 de diciembre

Las mínimas en la madrugada del lunes 9 bajarán hasta los cinco grados

El Gran Poder, con la túnica persa para la procesión magna

Ropa de abrigo para combatir el frío.
Ropa de abrigo para combatir el frío. / José Ángel García

El frío no quiere perderse tampoco la procesión magna de Sevilla. El culto público con el que se clausurará el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular contará con un invitado algo incómogo: la bajada de temperaturas que se registrará a partir del próximo domingo, jornada de esta cita histórica. Un desplome que marcará la mínima más acusada la madrugada del lunes 9 de diciembre, cuando el mercurio se quede en los 5 grados y aún haya pasos por la calle. Toca abrigarse mucho.

Un adelanto invernal. Tras un otoño marcado por temperaturas primaverales -especialmente el mes de noviembre-, el tiempo cambiará drásticamente durante el puente de la Inmaculada, cuando la capital hispalense acogerá la clausura de la mencionada cita cofradiera. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) vaticina una importante alteración en las temperaturas, especialmente a partir del 8 de diciembre.

De esta forma, tras varios días en los que prevalecerá la estabilidad, con máximas que superarán, incluso, los 20 grados, el domingo los termómetros se desplomarán. Una bajada de cuatro grados que provocará que la gran masa de público que acuda a la procesión magna lo haga con ropa de abrigo. Especialmente quienes ocupen alguna de las más de 21.000 sillas del recorrido oficial. Cuando el sol se vaya y sentados, la sensación de frío será aún más intensa.

Las dos madrugadas

Especial atención requieren los traslados durante las madrugadas del domingo y el lunes. En la primera de ellas (cuando la Macarena y el Gran Poder vayan camino de la Catedral), las mínimas se quedarán en ocho grados, pero ya el lunes, con más pasos de regreso, se llegará a los cinco grados. Un ambiente plenamente invernal que sólo puede combatirse con la bulla propia que este tipo de concentraciones concita.

Esta situación se mantendrá durante los primeros días de la semana próxima, con máximas de 15 y 13 grados. Eso sí, no hay amenaza alguna de lluvia, por lo que, en principio, no se repetirá lo vivido con el frustrado vía crucis del Año de la Fe, en la cuaresma de 2013.

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