Fragmentos del Pregón (II): Lunes Santo

Barrio de San Vicente, señorial, que el Lunes Santo renace con tres cofradías. “Toma tu cruz y sígueme”. La cruz está presente desde que sale Vera-Cruz. Ruán negro y cielo morado para el Leño Verde.

Jesús de las Penas tiene una salida memorable. Se eleva una nube de incienso, le escoltan los naranjos, suena su marcha fúnebre, abraza una cruz que es una joya... ¿Y qué sabe nadie de las penas que se van y los dolores que cura cuando nadie lo ve? La Virgen de los Dolores es la perfección bajo palio. ¿Y cómo no acordarme de Juan Carrero Rodríguez? Lo que hoy vemos fue un milagro que se cumplió. Sus Dolores nos conmueven en ese atardecer de ensueño que se dibuja en San Vicente.

El Museo expone el arte al servicio de la oración. El Cristo de la Expiración es más frágil y morirá antes que el de Triana. Su cuerpo se agita en la cruz como una serpiente. Cristo expira, mientras reza por nosotros. Y la Virgen de las Aguas, a la que dedicó Manolo Toro mil pregones, a la que Paco de los Santos y después Manolo Caballero vestían como sólo se la puede vestir a Ella, no como monja, no como reina, sino como Aguas. Es la Virgen que Murillo quiere pintar desde su estatua. Sólo esta Virgen es así: Pura y Limpia del Museo.

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“¿Y vosotros? Vosotros, los cofrades, ¿quién decís que soy Yo?”.

-Tú eres el Cristo de la Vera-Cruz, que el Lunes Santo atravesó en silencio la plaza del Salvador .Y te perdieron de vista, cuando cruzabas como un rayo verde. Cristo que enseña a los incrédulos la verdad de la Vera-Cruz.

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“Tristezas de María, con el sollozo amargo que brota de sus entrañas al ver a su Hijo muerto en la Vera-Cruz. En su mano, el pañuelo más mojado de lágrimas que sale en la Semana Santa. Esta Virgen es como un tesoro escondido.

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Las Aguas se mudó a otra capilla pequeña. Es cofradía del Arenal, pero también de Triana, donde tuvo sus orígenes, que está conmemorando 275 años después. El gran misterio de las Aguas es fuente de vida. Aguas que sacian la sed de Dios. Aguas para la redención.

Y Guadalupe, que nació de un sueño. En un piso social de San José Obrero vivía un niño imaginero, que talló su primera Dolorosa con unas vigas. Aquella Virgen ya estaba en la parroquia de San José Obrero. Pero, cuando apenas había cumplido 15 años, tuvo un sueño.

Era una niña con cara de Virgen. Esa niña era la doncella de Nazaret. Era la niña que después sentiría el Mayor Dolor de una Madre, que es ver a su Hijo muerto ante sus ojos.

Guadalupe es la cumbre del modelo sevillano que idealiza a la Dolorosa como niña. Ella abrió las puertas de la gloria para Luis Álvarez Duarte. Un día triste la muerte le sorprendió.

Y hoy, a los pies de Guadalupe, reposa el niño imaginero que modeló un sueño. Hoy, Luis, tú no estás en este teatro, pero cerca, en la capilla, seguro que Ella te bendice. Y en las noches solitarias suspirará entre lágrimas, porque pasan los años y sigue siendo la Virgen más joven de Sevilla.

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Y ya no hay Eros ni Tánatos. Se rompieron los mitos paganos. Cristo nos salva con su Buena Muerte, Cristo nos salva porque va muerto por Amor.

La síntesis perfecta está en el Traslado al Sepulcro. Detrás va el duelo con la Virgen de las Penas, San Juan y Santa Marta. Y delante, la muerte y el amor, en la versión que modeló Ortega Bru en el siglo XX.

Tarde de Lunes Santo. Campana que dobla a muerto en San Andrés. Una brisa suave eriza las hojas de los naranjos. Silencio de luto en esa plaza. El Cristo de la Caridad sale en un entierro sin ataúd. Fijaos en la Magdalena, en esos ojos, donde se refleja un alma destrozada. Fijaos en el sufrir de los santos varones, como un lamento fúnebre por las esquinas. Fijaos en el estupor angustiado de las Marías. Y ved como se aleja en el ocaso, ese temblor que nos estremece, esa rosa de sangre que ha florecido entre los lirios. Y sabed, ya para siempre, que el amor es más fuerte que la muerte.