Firmada la regulación de los usos de la capilla del Rectorado entre Los Estudiantes y la US

La Universidad de Sevilla y la Hermandad de los Estudiantes han firmado un acuerdo de cooperación, que regula la cesión del uso de la capilla universitaria, ubicada frente al edificio del Rectorado, así como la cesión por parte de la Universidad de Sevilla del uso de espacios en la antigua Fábrica de Tabacos a la Hermandad para su utilización como Casa Hermandad. En virtud del convenio, la Hermandad de los Estudiantes continuará desarrollando sus actos de culto y actividades propias como hermandad de penitencia en la capilla universitaria, asumiendo el mantenimiento y conservación del espacio.

Al mismo tiempo, la Universidad de Sevilla se reserva la posibilidad de organizar actos institucionales y visitas culturales para dar a conocer la historia y el patrimonio artístico del templo, siempre coordinándose con la cofradía para no interferir en sus actos de culto y corporativos. El acuerdo también contempla el compromiso de la Universidad de Sevilla de proporcionar la colaboración que le solicite la Hermandad para la celebración de las procesiones y otros actos de culto externo que esta pueda organizar. Esta colaboración tiene como objetivo principal con carácter general, la cesión del uso de espacios del Rectorado para la organización de la cofradía y el tránsito por la lonja del cortejo procesional.

La Capilla de la Universidad de Sevilla se realizó, hacia mediados del siglo XVIII, para los trabajadores de la antigua Fábrica de Tabacos, que se ubicaba en el actual edificio universitario. El arquitecto belga Sebastián Van der Borcht fue el autor. El escultor Vicente Catalán realizó la portada de piedra de su fachada principal. Actualmente, es la sede canónica de la Hermandad de los Estudiantes, pero a principios del siglo XX acogió a la Hermandad de las Cigarreras, que permaneció en ella hasta mitad de siglo.

También a mediados del XX, con el traslado de la Universidad a este edificio, se planeó remodelarlo. Antonio Delgado Roig y Alberto Balbontín presentaron dos proyectos: uno sencillo, que añadía una tercera nave en el; y otro más ambicioso, que cambiaba radicalmente su fisionomía y rompía con lo ya hecho. Se optó por la primera y las obras acabaron en los años sesenta, momento en que los Estudiantes se marcharon de la Iglesia de la Anunciación para recalar en la capilla universitaria. El interior de la capilla, distribuido en una sola nave, acoge varios retablos. El central es de estilo renacentista del siglo XIX y alberga al Cristo de la Buena Muerte. Junto a él, el de la Virgen de la Angustia, realizado en madera de cedro por Manuel Guzmán Bejarano y flanqueada por ángeles; y el de la Virgen de los Remedios, de estilo barroco y realizado por Juan Jiménez en 1762.