Así es "Farfanerías", el nuevo libro sobre la vida y obra de Manuel López Farfán
El volumen ha sido editado por el Consejo de Bandas y pronto estará en librerías
Se trata de una exhaustiva biografía con datos inéditos y fotografías nunca vistas
El curioso y desconocido instrumento que López Farfán empleó en una marcha para el Dulce Nombre
Farfanerías está a punto de ver la luz. Se trata del libro monográfico más exhaustivo y profundo sobre Manuel López Farfán, el músico más determinante de la historia de la música procesional. Escrito por José Manuel Castroviejo y José Ignacio Cansino (director de la Banda de la Cruz Roja), próximamente estará disponible en librerías, previa presentación, presumiblemente, en la Hermandad de San Bernardo.
El volumen ha sido editado por el Consejo de Bandas, con su presidente Manuel Esteban a la cabeza. En su interior se incluyen casi trescientas fotografías distintas sobre Farfán, sus partituras y otros asuntos relacionados con la vida y obra de este autor trascendental, que cambió el modo de entender la música procesional concretamente en 1925, cuando este genio compuso marchas como La Estrella Sublime o Pasan los campanilleros.Farfanerías, el título del libro, guarda relación y semejanza con un pasodoble compuesto por el propio compositor, cuyo enunciado es Trianerías y fue compuesto en 1913.
Vida y obra
Manuel López Farfán, "el genio de San Bernardo", nació en este barrio sevillano en el año 1872 y falleció en 1944 en San Juan de Aznalfarache. Comenzó sus estudios musicales en el Asilo de Mendicidad de San Fernando, continuándolos como voluntario menor de edad en el Batallón de Cazadores de Cataluña nº 1. Perteneció a numerosas bandas militares, llegando a ser finalmente Músico Mayor, entre otros, del Regimiento de Granada nº 34 y del Regimiento de Soria nº 9 en Sevilla, en el cual permanecería hasta su jubilación.
Introdujo en sus marchas elementos novedosos o poco comunes: saetas, voces, instrumentos inusuales como violines, ocarinas (lo recuerdan de la marcha El dulce nombre), triángulos, etc, lo cual otorgó a su obra un carácter novedoso para la época y muy atractivo para las generaciones posteriores. Pasó a la posteridad por algunas de sus marchas, aunque el carácter alegre de ambas provocó el rechazo de cierto sector durante mucho tiempo. Tanto es así que hasta los años noventa (sí, hace treinta años) estaba censurada la interpretación de Campanilleros en la Carrera Oficial, "tradición" dudosa que rompió la Hermandad de la Macarena. Hoy día es uno de los autores fundamentales de la música procesional sevillana.
Compuso un total de 21 marchas procesionales, 18 de ellas dedicadas a cofradías de Sevilla capital. Fuera de la capital tan solo compuso dos marchas: La Asunción de Cantillana y ¡Viva la Cruz de Arriba!, dedicada a la Hermandad de la Santa Cruz de Arriba de Aznalcóllar.
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