Muere Juan Silverio de la Chica, eximio sevillista y ex hermano mayor de la Estrella

Jornada luctuosa en la familia sevillista y también la cofradiera. Juan Silverio de la Chica, eximio sevillista que ha sido directivo y consejero con varios presidentes y ex hermano mayor de la Estrella, ha fallecido este miércoles a avanzada edad, 89 años. Ya retirado de la vida pública hace unos años, el empresario Juan Silverio de la Chiva Viso ha sido una de las figuras de mayor relevancia en la transición que tuvo el Sevilla entre los siglos XX y XXI. Y también fue una destacadísima personalidad en la Hermandad de la Estrella.

En el Sevilla, donde llegó a ser futbolista juvenil, puso su vocación de servicio siempre que lo necesitó el club y lo hizo en varias ocasiones y en distintas épocas. La primera vez fue en la segunda directiva de Eugenio Montes Cabeza, a finales de los años 70. Fue el encargado de las obras de remodelación del Ramón Sánchez-Pizjuán para el Mundial 82. En esta época llegó a ser presidente interino en 1984, en la transición entre Montes Cabeza y Gabriel Rojas.

Posteriormente participó en la dura transición, en una época especialmente convulsta, que sufrió el club de Nervión cuando ya era sociedad anónima deportiva a finales de los años 90.

Entró en el consejo de administración con Rafael Carrión en 1997 y en él estuvo hasta la dimisión del ya fallecido ex presidente en 2000. Pero Juan Silverio siguió en el consejo una vez sustituyó a Carrión el ya también finado Roberto Alés. Con el recordado presidente de principio del siglo XXI fue de los que sobrellevó la economía de guerra tras la grave crisis de los dos descensos, el de 1997 previo a Carrión con González de Caldas y el de 2000.

Con Alés ya alcanzó el rango de vicepresidente del Sevilla, que conservó cuando José María del Nido Benavente tomó el testigo de Alés en 2002. Juan Silverio estuvo en el primer consejo de Del Nido, el que preparó los fastos del Centenario que el club empezó a celebrar desde octubre de 2005.

Luego disfrutó de los grandes éxitos del Sevilla a raíz de 2006 y en 2007 ya abandonó el consejo, por lo que recibió la insignia de oro y brillantes del club. A partir de ahí disfrutó como simple aficionado sevillista de a pie: tuvo el premio a tanto sacrificio de ver nada menos que once títulos entre 2006 y 2023. Aunque nunca fue un aficionado más: tenía sitio fijo de honor en el palco del Ramón Sánchez-Pizjuán por sus continuados servicios al club en las épocas de vacas flacas. Y además raramente se perdía un partido. De hecho, fue testigo del ignominioso encuentro entre el Sevilla y el Valencia el pasado sábado. Juan Silverio fue sevillista hasta la muerte literaria y literalmente.

En el ámbito de las cofradías siempre será recordado como un muy prolífico hermano de la Estrella, de la que fue hermano mayor entre 1976 y 1984. En su mandato se produjo el traslado y el estreno de la corporación de San Jacinto a su actual capilla, obra del arquitecto Antonio Delgado Roig. Y fue el encargado de costear el retablo cerámico de la plaza del Altozano con motivo de la coronación canónica en de la Esperanza de Triana en 1984.

Esos servicios a su barrio de siempre le valieron la distinción de Trianero de Honor en el año 2011, durante la Velá. Aquel año fueron nombrados trianeros de honor Curro Puya —torero y director de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla—, Baldomero Morillo Bernal —vecino impulsor del distrito de Triana— y Rafael Ariza Sánchez como maestro de capataces y de forma póstuma, un año después de su fallecimiento.

Tanto el Sevilla como la Estrella, sus dos grandes familias a las que tanto dio, se hicieron eco de la luctuosa noticia y trasladaron el pésame a sus familiares. Requiescat in pace.