Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
Provincia
Una iconografía cargada de simbolismo para un acontecimiento extraordinario. La Virgen de los Dolores, de La Algaba, se encuentra entronizada desde el pasado domingo en el paso en el que presidirá los cultos con los que se abrirá el próximo fin de semana la Santa Misión Parroquial, concedida a este municipio por los 25 años de la consagración de la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, aniversario que se cumplirá en 2025. La dolorosa saldrá en rosario el sábado 19 de octubre, a las 21:00, desde su sede canónica para ser trasladada a la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, donde el domingo siguiente, a las 10:00, tendrá lugar la Misa de Envío con la que se abrirá este acontecimiento religioso. El oficio religioso será retransmitido en directo por Canal Sur Televisión. A las 16:30 del domingo comenzará la procesión de regreso a su sede canónica, que contará con el acompañamiento musical de la Banda de la Cruz Roja.
Para una ocasión tan especial, la hermandad ha decidido recuperar la antigua iconografía de las dolorosas, cuando siglos atrás era muy común que portaran los atributos con los que se describe a la mujer que aparece en el Libro del Apocalipsis: ráfaga y media luna. La sagrada imagen -vestida por Francisco García Robles- está entronizada en el paso de la Purísima Concepción Coronada, Alcaldesa Perpetua y principal devoción mariana del municipio, cuya hermandad lo ha cedido para la ocasión. Se han añadido varios elementos, como los antiguos candelabros de cola de la Virgen de los Dolores, dispuestos a modo de mecheros; y diversos enseres prestados por otras corporaciones. De ellos destaca la mencionada ráfaga, perteneciente a la Hermandad de Santiago, de Aznalcázar.
Como guiño a la Hermandad de la Purísima, se han empleado en la vestimenta de la dolorosa los colores inmaculistas: el manto azul (obra póstuma de Esperanza Elena Caro en 1985) y la saya blanca bordada por las Hermanas Rama en 2007. El atavío se completa con varios estrenos, entre los que destacan la nueva toca con aplicaciones de encaje francés, el tul bordado en hojilla con el anagrama de María y el cíngulo con bordados en plata.
Para esta ocasión, y rememorando la foto más antigua de la Virgen de los Dolores, se ha empleado un buen número de joyas, especialmente en la corona, donde se han dispuesto alhajas de hermanas y devotas.
Esta antigua iconografía se ha recuperado los últimos años en varias hermandades de la capital y la provincia, donde a las dolorosas se les ha vuelto a colocar ráfaga y media luna para presentarlas a los fieles.
Nuestra Señora de los Dolores es una imagen cuyo origen se remonta a finales del siglo XVI. De aquella época conserva rasgos arcaizantes, muy en línea con las dolorosas de ese periodo: cuello sin anatomizar, manos y boca entreabierta. Su fisonomía se alteró a lo largo de la pasada centuria, con varias intervenciones. De ellas, están documentadas la practicada a finales de los 60 por Francisco Buiza y la realizada a mediados de los 80 por Antonio J. Dubé de Luque, quien le otorgó su impronta actual.
Con estos cultos comienza un Año Misional repleto de actos, que tendrá su culmen en noviembre de 2025, cuando Nuestro Padre Jesús Nazareno -una de las imágenes cristíferas con mayor devoción de la provincia- sea trasladado a todos los templos y barrios del municipio, periplo que acabará con un pontifical y procesión extraordinaria.
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