Evolución histórico-artística del Pastorcito de la Divina Pastora de Triana: de Niño Jesús a la actualidad

El pasado mes de abril fue repuesta al culto la imagen del Divino Pastor que acompaña, en su conjunto, a la Pastora de Triana, imagen venerada en la parroquia trianera de Santa Ana. Aquella intervención, realizada por la empresa MUSAE, sirvió para eliminar la suciedad superficial y algunas capas de repinte. Sin embargo, la imagen escondía mucho más de lo que se podía imaginar en un primer momento.

Tras la presentación de los resultados conservativos, se programó una conferencia para ofrecer un estudio histórico-artístico, a cargo de Ramsés Torres, historiador del arte e integrante de MUSAE. Y dicho informe no tiene desperdicio alguno: entre algunas conclusiones, se puede intuir que la imagen del Divino Pastorcito llegó con anterioridad a la parroquia y que pudo ser Niño Jesús Sagrado Corazón, una iconografía muy habitual en el siglo XVIII. Según Torres, el Pastorcito puede ser una imagen fechada en el siglo XVII de escuela montañesina.

En el año 1865, antes de agosto, el Padre Mijares, capuchino exclaustrado y cura de la Real Parroquia de la Señora Santa Ana, adquiere a Gabriel Astorga la escultura de la Divina Pastora de Triana, siendo el fundador de la Hermandad. Ese mismo año, la Infanta Doña María Luisa Fernanda de Borbón, Duquesa de Montpensier, costea el retablo para la imagen, que será colocado en el testero y cabecera de la nave de la Epístola, donde hasta ese momento se encontraba el altar del Sagrado Corazón. En el inventario del 30 de diciembre de 1884 lo describen, narrando que es una mesa de altar ,y retablo de madera pintada y adornos dorados: "la imagen de la Divina Pastora en el centro, en la parte inferior la del Divino Pastor, a los lados dos ángeles y en la parte superior una pintura del Sagrado Corazón de Jesús"

Este será el primer documento que nombra al Pastorcito Divino, diecinueve años después de la realización del retablo, por lo que sería lógico pensar que estuvo desde el primer momento, esto es desde 1865, año en que la Hermandad se funda y se crea el retablo descrito. La hipótesis de una adquisición conjunta al escultor Gabriel Astorga, Virgen y Divino Pastor, es posible. Así lo argumenta el profesor e investigador José Roda Peña.

"Sin embargo, a pesar de ser una hipótesis válida, tampoco podemos descartar la posibilidad de que el Divino Pastor se encontrara en la parroquia con anterioridad, siendo un Niño Jesús que posteriormente se transformara en el Pastorcito Divino. A este respecto, cabe señalar que durante la restauración se ha descubierto en su pecho un hueco circular que fue realizado posteriormente a la hechura de la escultura. Dicho orificio serviría para colocar un aplique, y teniendo en cuenta su situación, encajaría a la perfección con un Corazón de Jesús. Así pues, durante un periodo de su historia, la obra sería transformada en un Sagrado Corazón de Niño Jesús. Al ser la perforación del pecho posterior a su creación, se demuestra que anteriormente era un Niño Jesús de pie, al estilo de la estética montañesina que se desarrolló y copió durante los siglos XVII y XVIII", apunta el historiador.

Antes de 1865, el altar que se encontraba en el lugar donde luego se ubicó el retablo de la Divina Pastora costado por la Duquesa de Montpensier, estaba dedicado al Corazón de Jesús. Es probable que se colocase en la parte superior una pintura dedicada a esta temática iconográfica debido a la sustitución del citado altar, y quizás ese altar tuviera un Niño Jesús de Sagrado Corazón, que al perder su lugar, fuera modificado para convertirse en el Pastorcito Divino, alterando su brazo izquierdo y subiéndolo, como puede apreciarse en la restauración, en la que se demuestra que la posición actual no corresponde con la que tendría primitivamente. Y, por supuesto, tapando el hueco circular de su pecho y el orificio central donde tendría el aplique del Corazón de Jesús.

Sin embargo, esto no deja de ser una hipótesis, así como el origen de ese Niño Jesús, que bien podría ser el que dona en 1683 Isabel Heredia, viuda del Capitán de Osma. En una de las cláusulas de su testamento otorgado el 9 de julio de ese mismo año, ante el escribano público Francisco Fernández Cano, indicaba que lo legaba a la cofradía del Santísimo Sacramento de dicha Iglesia de Señora Santa Ana veinte y cinco pesos y a la cofradía de las Benditas Ánimas de dicha Iglesia veinte pesos y así mismo mando a la dicha cofradía del Santísimo Sacramento un Niño Jesús que yo tengo con un vestido de tela que tiene y así mismo se le dé a dicha cofradía cien reales para que se le haga una diadema a dicho Niño.

Desde ese momento, se colocó encima del Sagrario de dicha Iglesia. Allí estuvo hasta 1686, cuando la cofradía eucarística concertó con Miguel Franco la realización de su retablo, que se emplazó en la capilla de la cabecera de la nave del Evangelio. Los inventarios de la Hermandad Sacramental, a lo largo del siglo XVIII, reflejan que el referido Niño Jesús estaba situado en su remate, mientras que en su hornacina principal se veneraba la antigua imagen de Nuestra Señora del Rosario. En 1709 desaparece la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús que se encontraba en la Parroquia de Santa Ana, adquiriendo la Hermandad Sacramental todo su patrimonio, incluyendo un magnífico Niño Jesús, que es el que actualmente poseen.

A principios del siglo XIX consta en la Hermandad Sacramental el citado Niño Jesús, pero "desaparece" el que remataba el retablo ejecutado por Miguel Franco. Justino Matute refiere que nada podemos decir del altar del Corazón de Jesús, último de esta nave, sino que está muy dorado; la ausencia de una descripción pormenorizada hace que no sepamos si el Niño Jesús formaba parte de ese altar, pero sí nos indica que anteriormente parece estuvo en él un Santo Cristo, según se deduce de una cláusula del testamento de Cosma de Soria, otorgado en 3 de septiembre de 1564 ante Benito Luis, escribano público de Sevilla, por la que dispone que se le diga cierto número de misas en el altar del Santo Crucifijo, que está junto a la capilla de Nuestra Señora de la Antigua. Esto demuestra que el altar se consagró al Sagrado Corazón posteriormente.

En conclusión, "no existe documentación que confirme una autoría y una datación del Divino Pastor; bien podría haber sido adquirido con la Divina Pastora a Gabriel Astorga, como argumenta José Roda Peña; sin embargo, las diferentes modificaciones y alteraciones que ha sufrido a lo largo de su historia, demuestran que fue un Niño Jesús de pie, al estilo montañesino, y que podría datarse hacia el siglo XVII", apostilla Ramsés.

Posteriormente fue adaptado como Sagrado Corazón de Niño Jesús, tal vez a finales del XVIII o principios del XIX, cambiando la posición de su brazo derecho y abriéndosele un hueco en el pecho para el aplique metálico; y por último, fue reformado como Pastorcito Divino, ya formando parte de la Hermandad de la Divina Pastora. Primero tuvo una composición de pie, y en el siglo XX se transformarían sus piernas para colocarlo sedente, sobre una roca, alterando también su brazo derecho para que acaricie a un cordero de pequeño tamaño.