La Estrella lleva a cabildo un estudio para la renovación de las figuras secundarias del misterio

Un cabildo que puede suponer el punto de partida para la renovación estética de uno de los pasos de misterio más esperados de la Semana Santa de Sevilla. La hermandad de La Estrella celebrará el próximo 27 de junio cabildo general de cuentas en el que figura un punto de trascendencia. En concreto, la corporación que preside Carlos Martín presentará a los hermanos la aprobación, "si procede, del estudio para la renovación de las figuras secundarias del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de las Penas".

Así figura en la convocatoria remitida a los hermanos en los canales oficiales de la corporación. Se trata de un asunto que ha cobrado cierta actividad en estos últimos tiempos entre los hermanos, puesto que en algunos casos se ha considerado que no terminaba de encajar el conjunto escultórico que acompaña a la soberbia talla de Nuestro Padre Jesús de las Penas. Aún así, todavía no hay proyecto definido, ya que fuentes de la corporación indican que simplemente se va a consultar con los hermanos "si ven oportuno que comencemos a movernos para ver posibles alternativas o modificaciones".

Ya hace unos años el imaginero José Antonio Navarro Arteaga esbozó un boceto con hasta cinco imágenes y la presencia del Señor en el centro del paso, pero finalmente no fructificó. La cita será, como decimos, el día 27 de junio, a las 21:00 en primera convocatoria y a las 21:30 en segunda.

Las imágenes secundarias del paso de misterio de la Estrella son obra del escultor Antonio Castillo Lastrucci, quien las ejecutó en el año 1952. En total son tres tallas: un romano, un sayón vestido y un sayón desnudo, y acompañan el momento en que Cristo, sentado sobre una roca, implora clemencia en los instantes previos a la crucifixión. Precisamente de tal empresa se encargan estas figuras: de apuntalar el INRI en la parte superior de la cruz. Representa igualmente el momento en que se toma la túnica de Jesús y, para no partirla, se echó a suertes su destino. «Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes», reza el Evangelio de Juan.