La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Si este jueves optan por pasarse por la parroquia de San Andrés encontrarán un escenario en absoluto habitual. Los titulares de las hermandades de Araceli y Santa Marta, con residencia canónica en este templo, comparten de manera extraordinariael altar mayor del mismo por una feliz coincidencia. La corporación letífica celebra, hasta este 12 de octubre, el besamanos en honor a su titular la Virgen de Araceli, que ocupa el presbiterio para un mayor realce de este culto.
Por otro lado, a espaldas de la patrona lucentina, justo en el retablo, han quedado dispuestas las imágenes del misterio del traslado al Sepulcro (el Señor de la Caridad, la Virgen de las Penas y la propia Santa Marta, así como el resto del conjunto), pertenecientes a la cofradía de Santa Marta, que ocupan este espacio ante los últimos días del Año Jubilar concedido a la corporación del Lunes Santo. Una ocasión ineludible para captar y guardar esta estampa, cuya repetición sin duda se antojaría impensable.
La hermandad de Araceli celebra el besamanos a su titular en horario de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00. La imagen de Castillo Lastrucci estrena, como informábamos en estos días, un nuevo rostrillo de plata de ley y perlas, inspirado en uno que ya tuviera la imagen fechado en la década de los 40 del pasado siglo. El exorno floral ha sido dispuesto por Eduardo M. Fernández Melero y se compone de rosas champagne, hypericum, chico jumbo y ficus.
Por su parte, la cofradía de Santa Marta encara ya la recta final de su Año Jubilar, cuyo cierre oficial está previsto para el día 24 de octubre. Durante todo este tiempo, en el que se han realizado diferentes cultos extraordinarios, conferencias y eventos culturales para conmemorar los 75 años de la fundación de la hermandad, las misas ordinarias han tenido consideración de jubilares.
Un Año Jubilar o Año Santo es un tiempo de gracia y salvación, un tiempo en el que la Iglesia concede especiales gracias espirituales con motivo de un determinado acontecimiento eclesial, en este caso la celebración del 75 aniversario de la creación de la Hermandad de San Marta y el establecimiento de la arraigada devoción a esta Santa en el templo parroquial de San Andrés. Durante este periodo, los fieles que han acudido (o aún acudan) a las celebraciones jubilares que se celebren en el templo parroquial, bien personalmente o bien en grupos de fieles y peregrinos, y cumplan los requisitos establecidos, podrán beneficiarse de una forma especial de la indulgencia plenaria y el perdón de sus pecados.
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