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Un estadio convertido en catedral

Casi 65.000 personas asistirán mañana a la beatificación de Madre María de la Purísima, la segunda hermana de la Cruz que sube a los altares · Las puertas del coliseo deportivo se abrirán a las 7:30

Un estadio convertido en catedral
Diego J. Geniz / Sevilla

17 de septiembre 2010 - 05:03

Un estadio hecho catedral para Madre María de la Purísima, la segunda hermana de la Cruz que sube a los altares. La ceremonia de beatificación que se celebrará mañana en el coliseo deportivo de la Cartuja reunirá a casi 65.000 personas en este recinto, uno de los actos más multitudinarios de la Iglesia de Sevilla y que sólo cuenta con precedentes similares como la beatificación de Santa Ángela de la Cruz en 1982 y el pontifical del Congreso Eucarístico en 1993, dos ceremonis celebradas en el campo de la Feria y que contaron con la presencia de Juan Pablo II.

La alta previsión de asistencia a la beatificación de la que fuera madre general de la Compañía de la Cruz durante 22 años obligó a la comisión episcopal creada al efecto a cambiar el lugar de celebración, que en principio iba a desarrollarse en la Plaza de Toros de la Maestranza. El nuevo escenario permite dar respuesta a la fuerte demanda de asistencia tras la distribución del espacio que han llevado a cabo los organizadores. De esta forma, el altar diseñado para la ocasión por el arquitecto de la Catedral de Sevilla, Alfonso Jiménez, estará ubicado en el gol Sur del Estadio de la Cartuja, conocido con el sobrenombre del Olímpico, por lo que todo el césped del recinto y las gradas de los diferentes anillos que lo conforman están disponibles para los devotos, con lo que se alcanza el máximo aforo previsto en el estadio.

El altar de la ceremonia, que irá revestido de moqueta amarilla (el color pontificio), tiene tres alturas diferentes y es casi un cuadrado perfecto, ya que sus dimensiones son 30 metros de fondo por 29 de frente. En la tarima inferior irá colocado el ambón de las lecturas (a cargo de las hermanas de la Cruz) que será traído de la Catedral junto a los cinco blandones de plata (los bizarrones). La mesa de altar se situará en la segunda tarima, mientras que en la tercera irá colocada la sede, esto es, donde estará sentado el arzobispo prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Ángelo Amato, quien oficiará la ceremonia. En la beatificación participarán, además del arzobispo hispalense, Juan José Asenjo Pelegrina, los cardenales Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla; Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española; así como Agustín García Gascó; arzobispo emérito de Valencia. También asistirá el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini. Junto a ellos concelebrarán la eucaristía 30 obispos y 600 sacerdotes.

Las puertas del estadio se abrirán a las 7:30. Se recomienda a los asistentes que accedan al recinto antes de las 9:00. Media hora antes la Virgen de la Esperanza Macarena entrará dentro del coliseo deportivo tras atravesar el túnel de acceso Norte. Cruzará entonces todo el estadio hasta llegar a las religiosas de la Cruz que le tienen preparada "una sorpresa" a la venerada imagen acorde con el espíritu de la orden. Tras el recibimiento, subirá por una rampa lateral al altar donde quedará colocada en el centro de la grada más alta, flanqueada a la derecha por la imagen de Santa Ángela tallada por José Antonio Navarro Arteaga y a la izquierda por la gloria de la nueva beata pintada por Daniel Puch, que también incluye en su composición una alusión a la Virgen de la Esperanza.

A las 10:00 tendrá lugar la recepción del arzobispo prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos. Media hora después dará comienzo la eucaristía que tendrá una duración aproximada de dos horas. Los asistentes podrán seguir todo el ritual mediante los 65.000 libros que se han editado para explicar la ceremonia y los cantos que se interpreten. En este acto intervendrán hasta cinco coros, dos organistas y una orquesta que tendrán su último ensayo esta tarde. Las agrupaciones participantes son la coral polifónica de la Catedral de Sevilla, dirigida por Herminio González Barrionuevo; la capilla musical catedralicia de Jerez, la coral polifónica de la Hermandad de la Macarena, la coral Regina Coeli de Dos Hermanas y el coro de las Hermanas de la Cruz, que servirá de apoyo al canto de los fieles. José Enrique Ayarra y Carlos Navascués serán los organistas, mientras que los acoples musicales correrán a cargo de la orquesta de Jerez.

El rito de la beatificación tendrá lugar al comienzo del pontifical, tras el acto penitencial. En ese momento monseñor Asenjo pedirá oficialmente a Su Santidad que Madre María de la Purísima sea inscrita como nueva beata, tras lo cual el postulador de la causa, Alfonso Ramírez Peralbo, relatará la vida de la que fuera Madre General de la Compañía de la Cruz. A continuación, monseñor Amato leerá la carta apostólica en la que Benedicto XVI inscribe en el Libro de los Beatos a Madre María de la Purísima. Posteriormente se descubre la gloria de la nueva beata y se trasladan sus reliquias en un relicario, obra de los Hermanos Seco, hasta el presbiterio. Esta procesión estará integrada por hermanas de la Cruz, algunas portando cirios y otras lanzando pétalos de flores. Al quedar depositada en el altar, el arzobispo de Sevilla agradecerá al Papa esta proclamación.

La eucaristía seguirá su desarrollo habitual hasta la comunión de los fieles, cuando reciba por primera vez este sacramento Ana María Rodríguez Casado, la niña sobre la que obró el milagro de Madre María de la Purísima. Monseñor Asenjo volverá a tomar la palabra tras la comunión, después lo hará también la madre gerenal de la Compañía de la Cruz. La ceremonia concluirá con el canto del Salve Regina a la Virgen de la Esperanza.

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