La Esperanza de Triana, vestida con saya de traje de novia y manto torero

Siempre resulta visita obligada cada vez que nos asomamos por la Plaza del Altozano, pero en esta ocasión se antoja aún más imprescindible. Nuestra Señora de la Esperanza nos ofrece, de cara a estas semanas de verano, una estética inapreciable y verdaderamente única debido a su singularidad. La Virgen ha sido vestida con una saya realizada con un traje de novia de aplicación de Bruselas. Se trata de una estampa novedosa para los cofrades del hoy, ya que hace décadas que la imagen de la Virgen no era vestida con esta prenda. 

Asimismo, la imagen, vestida por Javier Hernández Lucas, porta el manto rojo estrenado en un besamano de los años sesenta del siglo pasado, bordado en oro con técnica torera. Esta pieza fue ejecutada en 1965 en los talleres de Esperanza Elena Caro, usando para su confección unos trajes de luces y un capote de paseo de los toreros Antonio Ordoñez y José García, el Algabeño. Luce también la toca de encaje dorado de los años 40 del siglo XX, con tocado raso de seda blanco con pañuelo a juego. 

En sus sienes, la Virgen porta la corona que está confeccionada sin imperiales con un canasto anónimo del siglo XIX, al que el orfebre Juan Fernández, añade la ráfaga en 1949. Luce fajín en la cintura, ancla anónima de principios del siglo XX y en su mano izquierda salvavidas de oro de los años 20 del mismo siglo.