La Esperanza de Triana, presente en las misas del gallo del Polígono Sur

Una representación de la junta de gobierno de la hermandad de la Esperanza de Triana ha participado en las Misas del Gallo celebradas en las parroquias de Jesús Obrero y San Pío X del Polígono Sur. Este acto, que se une a los que ya ha ido desarrollando la corporación estos últimos meses, sirve de impulso para continuar llevando el mensaje de Esperanza a estos barrios que se convierte en el foco de la misión pastoral para el año 2025. "Este gesto simboliza nuestro compromiso de estar presentes allí donde más se requiere, fortaleciendo los lazos de fe, solidaridad y esperanza en las zonas más vulnerables", indica la hermandad.

Además, el hermano mayor, Sergio Sopeña, se ha dirigido a los hermanos a través de una misiva en la que ha vuelto a incidir en esta cuestión: "Este año que termina ha sido un tiempo de gracia y trabajo, pero también de discernimiento para afrontar con ilusión y responsabilidad los retos que se nos presentan en el futuro. El año 2025 nos convoca a una misión de especial relevancia: llevar a la ESPERANZA al corazón del Polígono Sur".

"Somos conscientes de las necesidades materiales, espirituales y sociales de nuestros hermanos de estos barrios. Ellos nos interpelan como Iglesia y nos invitan a ser verdaderos testigos del Evangelio, acercándonos a quienes más lo necesitan. No será una tarea sencilla, pero estoy convencido de que con el esfuerzo y la entrega de todos los que formamos esta hermandad, lograremos sembrar la semilla de la esperanza en barrios que ansían la justicia, la paz y el consuelo", apunta, animando igualmente a los hermanos a vivir esta Navidad "como una preparación para esta misión. Que el Niño Dios, humilde en el pesebre, nos enseñe a descubrirle en el rostro de los más desfavorecidos. Que la Esperanza y el Santísimo Cristo de las Tres Caídas sean guía y fortaleza en este camino que hemos emprendido juntos. En esta Nochebuena, recordemos que la verdadera alegría de la Navidad no está en lo material, sino en el amor que compartimos y en el servicio a los demás. Abramos nuestros corazones a Cristo y dejemos que su luz ilumine nuestras vidas y nuestras obras", finaliza.