Con doce cofradías inéditas
Acaba una Semana Santa nuevamente diezmada con una docena de cortejos que no salieron y los cuatro de ayer que se mojaron en plena calle · Las sillitas plegables se consolidan entre los hábitos del público
Y la ciudad se quedó nuevamente con las ganas de vivir una Semana Santa plena. La felicidad completa no existe desde 2001. Demasiado tiempo ya. Sí, el Cachorro llegó por fin a la Catedral y regresó a su templo sin sobresaltos, pero la semana se ha saldado con doce cofradías inéditas: las nueve del Miércoles y las tres primeras del Jueves. Y con cuatro pasadas por agua: todas las de la jornada de ayer. El día clásico por excelencia de la Semana Santa, el Jueves, se convierte ya en una jornada aciaga, especialmente castigada en la primera década del siglo. Y el Sábado nos deja la impactante imagen de la Soledad protegida por un plástico.
el auge de las sillitas
Lo apuntamos ya en el balance de la Semana Santa de 2007. La sillita plegable se consolida entre los nuevos hábitos del público. Comenzó a venderse a 7 euros en establecimientos autorizados el pasado año. Esta semana se han ofrecido a 2 euros en puestos ambulantes de chinos. El público de todas las edades parece haberse acostumbrado a cargar con estas sillas a falta de asientos en la carrera oficial. Tienen una ventaja: sus usuarios ganan en comodidad, pero provocan tapones considerables allí donde se colocan. La manida cultura de la bulla tendrá irremediablemente que habituarse a estos nuevos obstáculos.
La de 2008 se recordará por la recuperación definitiva del Salvador, de donde volvieron a salir el Amor y Pasión, y que ayer fue utilizado de nuevo como refugio en caso de lluvia, como ocurrió con el paso del Sagrado Decreto. Esta Semana Santa es también la del repunte de la bulla registrado el Domingo de Ramos y, sorpresivamente, el Viernes Santo, como consecuencia de las ganas del público por contemplar el Cachorro cuatro años después. La jornada que no gana público es la Madrugada, en la que la gran novedad fue la contemplación del Gran Poder con la espléndida túnica de los cardos, recientemente restaurada. La estética del Señor fue recibida con división de opiniones.
Para los amantes del reloj hay que reseñar que los mayores retrasos se registraron el Domingo de Ramos y en la Madrugada, con más de veinte minutos en la cada jornada. De los exornos florales hay que destacar por encima de todos el de la Virgen del Subterráneo, de la Cena, a base de rosas en tonalidad rosa; el la Virgen de las Aguas, del Museo, hecho con calas de pequeño tamaño procedentes de Holanda, y el de la Virgen de la Merced, de Pasión, compuesto con rosas diminutas achampanadas. El más polémico resultó el del palio de la Esperanza de Triana, que recuperó la frondosidad de años ulteriores. Contenía hasta varas rosas que sobresalían por las esquinas. Inédito se quedó el de la Piedad del Baratillo, de rosas rojas. La rosa, en general, le gana terreno al clavel. Y como detalle cabe citar las ramitas de azahar que remataban el exorno de palio de Loreto, de San Isidoro.
La marcha Pasan los Campanilleros, la elegida para el Pregón de este año, se ha oído mucho más que otros años. Algunas habitualmente poco interpretadas, como Procesión de Semana Santa en Sevilla, se pudo oír, por ejemplo, en la entrada de la Virgen del Rosario, del Polígono, en la plaza de San Francisco.
De los atuendos de las Dolorosas llamaron la atención el de la Virgen del Socorro, del Amor; los corales de la Virgen de los Dolores, del Cerro del Águila; el cinturón de la Virgen del Subterráneo, realizado a base de joyas de los hermanos de la cofradía, y los corales de la Virgen de los Dolores, del Cerro, donados para la ocasión por unos anticuarios.
La mayoría de los cortejos destacan por su compostura, aunque sigue faltando una labor de concienciación para que algunos nazarenos sepan que la estación de penitencia acaba al llegar al domicilio. Se siguen viendo actitudes improcedentes de nazarenos descubiertos por la calle, incluso contemplando otros cortejos.
El Ayuntamiento ha repartido este año 3.800 de litros de gua a los nazarenos que han acudido a la Catedral desde barrios alejados del centro: Santa Genoveva, el Polígono de San Pablo, el Cerro, el Cachorro y la O. La delegación de Fiestas Mayores estrenó un parking para carritos cuyo uso ha sido aceptable. Como consecuencia de esta medida se prohibió a los usuarios de los palcos dejar los cochecitos de los niños en el arquillo del Ayuntamiento, como era costumbre.
sábado aguado
Si la de 2007 acabó con el frío metido en los huesos del público, la de 2008 lo ha hecho pasada literalmente por agua. La lluvia llegó en el peor momento, con los cuatro cortejos en la calle. A la Soledad le sorprendió el aguacero entrando en la carrera oficial y la llevaron a paso de mudá a la Anunciación, de donde a las 21:50 inició el regreso a San Lorenzo sin poder alcanzar la Catedral; el Santo Entierro se quedó momentáneamente en la Catedral para volver a San Gregorio al poco tiempo; el Sagrado Decreto se refugió en el Salvador y los otros dos pasos se quedaron en la Catedral; la Piedad de los Servitas aceleró el retorno a su capilla y el palio de la Virgen de la Soledad se metió en la Anunciación para volver posteriormente también a su sede canónica. El Sábado quedó definitivamente roto y dejó el sabor agridulce de otra Semana Santa en la que nuevamente fue imposible la felicidad completa.
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