Doblan las campanas de la Giralda por la muerte del papa Francisco: un toque singular

Esta mañana, toda la ciudad recuperaba la rutina con el eco vago y triste de las campanas de la Giralda. Es el modo en que la torre más emblemática de Sevilla anuncia la muerte del papa Francisco, fallecido en estas últimas horas de Lunes de Pascua. A tal efecto, el Cabildo Catedral ha realizado una explicación con motivo de este particular toque, reservado únicamente para esta ocasión, y que cuenta con toda una liturgia y un significado.

El toque Doble Papa, que así se llama, se reserva únicamente para estas ocasiones, y consiste esencialmente en el sonar de las mismas (todas las campanas de la Giralda tienen nombre propio) por la muerte de un rey, un prelado o, en este caso, un santo padre. En primer lugar, se producen tres dobles al inicio de las cuatro pequeñas: Santa Cruz, Todos Santos, Santa Catalina y Santiago, y luego un golpe de la Mayor. A continuación un doble de Santa Cruz y Todos Santos, luego un toque solo de Santiago, un doble de Santa Catalina y Santiago, y un golpe solo de San Miguel. Luego otro doble de las cuatro pequeñas: Santa Cruz, Todos Santos, Santa Catalina y Santiago, y luego un golpe de la Mayor. Este toque se repetirá por ocho minutos, finalizando con un solo golpe de la Mayor. Hasta las 14:00 de la tarde, y cada media hora, han venido sonando estas campanas anunciando la muerte de Francisco, que venía atravesando desde hace semanas un delicado estado de salud.

Las campanas de la Catedral de Sevilla están organizadas musical y acústicamente en cuatro coros, debido a las características físicas de la torre. La ubicación de las campanas en una especie de balcón corrido, con un gran muro detrás, dificulta la expansión de su sonido en todas las direcciones. Por eso los antiguos, y ahora de nuevo tras la restauración. ordenaron las campanas en cuatro coros, es decir cuatro conjuntos, ubicados en cada uno de los ángulos, con una Campana fija, que sirve de base rítmica y sonora, y cuatro esquilas de volteo en torno a la mayor y armonizadas con ésta. Hay notas musicales repetidas, porque las campanas están orientadas hacia puntos diferentes.

Estas seis campanas y las dieciocho esquilas, junto a la matraca, son los elementos utilizados para la interpretación de los toques. Para señalar el paso del tiempo, la campana de la Santa Cruz suena los cuartos mediante una maza exterior mientras que la campana de las horas señala, de día y de noche y sin repeticiones, las horas del reloj. A pesar de una tradición que llegó hasta mediados del siglo XX de marcar con el reloj el tiempo del meridiano de Sevilla y no otro, por decisión capitular el ordenador está sincronizado con la hora común europea.